Convenio de programación
Una seria polémica se ha desarrollado en los últimos días respecto del Convenio de Programación (2013) firmado entre el gobierno regional de Los Ríos y el ministerio de Salud. Ese acuerdo definía una inversión de casi 137 mil millones de pesos en infraestructura hospitalaria, consultorios y postas; sin embargo luego del cambio de administración estatal no ha habido avances y se suceden las acusaciones para explicar por qué ninguno de los proyectos locales fue incluido en la priorización presupuestaria para 2015.
Desde la Nueva Mayoría aseguran que las autoridades de la Alianza no realizaron el trabajo técnico y que solo mandaron oficios respecto de estos temas. Desde la oposición desmienten y muestran los antecedentes oficiales, aduciendo que hay falta de voluntad y abandono de las propuestas a la burocracia.
Las declaraciones cruzadas se multiplican y la comunidad asiste a un triste espectáculo político, en la cual nada se ha dicho sobre la gente perjudicada por la postergación de estos planes. Solo acusaciones y anuncios de investigaciones, ninguna solución.
Se trata de un capítulo más en el cual unos quieren borrar lo bueno de los otros. Mientras, la gente más vulnerable es la que pierde. Desde un escritorio en Valdivia o Santiago da lo mismo si una posta se construye y se equipa hoy o en cinco años, pero no es así para la gente que vive en Malalhue, Puquiñe, Folilco, Santa Rosa, Quillalhue, Misissipi, Riñinahue, Llifén e Isla Huapi, cuyos puestos de salud debían comenzar a ejecutarse en 2014 y ahora seguirán esperando, porque nadie realiza lo que se prometió, ni reconoce a la Salud pública como es un tema de Estado, más allá de las autoridades de turno.
Si hay irregularidades, errores o negligencias deben investigarse y corregirse. Ninguna discusión al respecto. Pero paralelamente en este tema debe formarse un frente regional transversal que ponga las necesidades de la gente de Los Ríos en primer lugar y que haga respetar un compromiso formal y vinculante ( si no, carece de sentido) de Estado con la región.
Parlamentarios, consejeros e intendente tienen aquí una enorme tarea pendiente.