Convenios internacionales
Muy buenas noticias para la región de Los Ríos son los acuerdos firmados entre la delegación público-privada local que viajó a China hace algunos días y la provincia de Yunnan, donde viven 46 millones de habitantes, en una superficie de 394 mil kilómetros cuadrados.
Estos acuerdos vienen a materializar en convenios y acciones concretas, los primeros acercamientos logrados entre ambos territorios en 2012 y desde esa perspectiva abren grandes oportunidades en el campo turístico, forestal, maderero, agroalimentario y cultural. Este último aspecto, de hecho, podría ser el primero en mostrar un fruto, con la pronta instalación de una sede del Instituto Confucio, a través del cual difundir el idioma y la cultura chinas. Se trataría del tercero en Chile, después de los existentes en Santiago y Viña del Mar.
Si se materializa, sería interesante que se establecieran vínculos con las universidades locales o con la Corporación Valdivia Ciudad Universitaria, aunque en este primer viaje no fuera incluido algún representante de esa área.
En turismo, agricultura, trabajo forestal e investigación tecnológica también se abren puertas interesantes, no solo para negocios y lazos comerciales, sino para el intercambio de saberes.
Junto con lo anterior, estos convenios plantean enormes desafíos para la preparación del capital humano regional, la seriedad de las instituciones locales y la calidad de nuestras actividades. También para nuestra capacidad para cumplir compromisos más allá de los cambios de gobierno incluso, pues habrá que impulsar proyectos de largo aliento (el puerto en primer lugar, por supuesto) para responder de buena forma a estos retos.
China es una de las naciones más poderosas del mundo y un acercamiento hacia ella siempre será favorable para una región pequeña como Los Ríos, que cuenta con un gran potencial, todavía no desplegado en su totalidad. Un vínculo de esta naturaleza, no puede ser mantenido sin una aspiración constante de excelencia y perseverancia. Por lo mismo, trabajar en esa dirección, con unidad de criterios y respeto, debe ser una tarea compartida.