"Es gratificante poder decir que hemos llegado a todos los rincones de la región"
Hugo Muñoz tenía ocho años de edad cuando escuchó por primera vez una obra de Wolfgang Amadeus Mozart. Recuerda que fue su hermano quien llevó a casa un disco con el célebre "Requiem" y que desde ese momento, quedó maravillado con las habilidades del compositor austriaco.
Este es uno de los vínculos que sirven para entender las razones detrás de La Juventud con Mozart, un ciclo sinfónico coral que Muñoz se ha encargado de sacar adelante por 16 temporadas. La más reciente consideró presentaciones en Valdivia y el fundo Papageno en Panguipulli, donde está el único busto de Mozart en Sudamérica, autentificado por el Mozarteum de Salzburgo.
"Llevamos mucho tiempo en esto y creo que nuestra misión de formar audiencias nunca se termina. Cada año es muy satisfactorio encontrarnos con personas que por primera vez asisten a uno de nuestros conciertos y también, es gratificante poder decir que hemos llegado a todos los rincones de la región, en comunas y localidades", dice.
Trayectoria
El proyecto cuenta con financiamiento estable de la Corporación Cultural Municipal de Valdivia y en algunas ocasiones, ha logrado recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional. No obstante, la autogestión es lo que cada año define a La Juventud con Mozart.
"En la región, cualquier espectáculo con más de diez años de existencia no debería volver a postular a fondos concursables. La funcionalidad ya está probada, entonces creo que el respaldo financiero debe ser automático, pero acá eso no ocurre".
¿Qué otras lecciones deja cada año el ciclo de conciertos?
-Aunque Mozart es uno de los menos complicados de interpretar, lo más importante es que esa labor la hace un coro cuyos integrantes en algún momento no tenían idea de cantar. Nuestro trabajo apunta al corazón y al alma, es un proceso donde los estudiantes se olvidan de la carga laboral de la universidad y muestran una faceta distinta.
¿En qué momento decidió que era necesario un homenaje permanente a Mozart?
-Después de probar con éxito el primer concierto que nos tocó producir para cantar junto al barítono Christian Boesch, en Valdivia. Además, él es propietario del fundo Papageno donde tiene un busto de Mozart y cuando lo inauguró fue que le propuse la idea de hacer conciertos para homenajear al compositor. Y desde ahí que no hemos parado.
El espíritu de la música
No contento con la música en vivo, Muñoz también se encargó de recordar cada 5 de diciembre el fallecimiento de Wolfgang Amadeus Mozart pagando un aviso de defunción en las páginas de Diarioaustral Región de Los Ríos. "Es un gesto romántico. Simplemente se me ocurrió, no por ser una locura, sino como algo que tiene un significado profundo para los que nos gusta la música".
¿Cómo ha cambiado su propia percepción sobre las obras del compositor y la forma de dirigirlo?
Los años traen madurez, pero lo que no cambia es que siempre hay que estudiar mucho las obras, ya que las van a interpretar personas que no tienen conocimientos acabados en interpretación.
Hay que meterse mucho en las obras, mucho en el espíritu de cada pieza. Es la única forma de impregnarse del espíritu de la música, para lograr transmitirlo al grupo. Lo hermoso de todo esto es que los chicos terminan amando lo que cantan.
¿ Ha pensado en el retiro?
-Voy a seguir con esto hasta que deje de ser reconfortante y no creo que eso vaya a pasar pronto. Mi slogan es 'hago lo que me gusta y además me pagan', no estoy obligado en la dirección del coro, ni en el esfuerzo que cada año significa sacar adelante La Juventud con Mozart.
"Hay que meterse mucho en las obras, mucho en el espíritu de cada pieza. Es la única forma de impregnarse del espíritu de la música, para lograr transmitirlo al grupo". "Llevamos mucho tiempo en esto y creo que nuestra misión de formar audiencias nunca se termina"."
En compañía de una orquesta local
Desde su creación en 2007, la Filarmónica de Los Ríos que dirige Genaro Burgos se ha sumado al Coro Uach en La Juventud con Mozart. En la reciente temporada participaron doce músicos y fue incorporada la Suite en Si Menor N° 2 para flauta y orquesta de Bach, con la intervención solista de Cristóbal Alarcón. La misma obra será tocada nuevamente por la orquesta en el concierto anunciado para el domingo 18 de diciembre a las 20 horas, en la Catedral de Valdivia.