Durante 2016 seis académicos de diversas universidades del centro y sur del país se reunieron para definir un estándar de calidad de la leña, paso necesario para, posteriormente, declarar a la leña y sus derivados como combustible. Con este estándar se persigue regular la calidad del producto considerando parámetros que hoy no son fiscalizados, como el contenido de humedad y las dimensiones a comercializar.
Entre julio y noviembre, los expertos -entre ellos el doctor en Ciencias Forestales y decano de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la Universidad Austral de Chile, Andrés Iroumé- analizaron la normativa existente a nivel nacional e internacional, además del trabajo generado por diversas instituciones públicas y el 4 de noviembre entregaron una propuesta del estándar al Ministerio de Energía.
Sobre el resultado del trabajo de los expertos, Andrés Iroumé explicó que " la leña se usa para generar energía, pero -a diferencia de otros combustibles- no está definida como tal desde el punto de vista legal y tampoco entra en el marco de los procesos de fiscalización que hace la Superintendencia de Electricidad y Combustibles. Por ejemplo, cuando compramos combustible en un servicentro no nos preocupamos de que realmente lo que estamos pagando sea combustible de 93, 95 o 97 octanos, o tenga agua, porque eso ya lo fiscalizó la SEC. A nosotros se nos pidió definir cuáles son los atributos que debe tener la leña para llegar a los consumidores y para que la SEC pueda fiscalizar. El objetivo es que el comprador esté seguro de que comprará lo que quiere y necesita" .
El seremi de Energía, Pablo Díaz, destacó que desarrollar este estándar es fundamental debido a la diversidad de actores que están involucrados en la comercialización de la leña y también al grado de informalidad que existe. "Es un mercado atomizado, que tiene muchos actores. Partimos en el bosque y terminamos en la casa del consumidor, pero en esa cadena hay infinidad de roles. Además, esta cadena no es igual en cada una de las regiones en las que se consume leña. El estándar es la etapa en la que es necesario ponernos de acuerdo sobre lo que entendemos por leña y calidad".
Próximos pasos
El trabajo de los expertos ya finalizó y su propuesta será sometida a análisis por parte de productores, comerciantes y quienes estén involucrados en el proceso. Este análisis de desarrollará a través de mesas regionales que de harán a partir de marzo de 2017. "Ahora aplicaremos un proceso que hemos usado en todos los proyectos de ley y que tiene que ver con la validación de la ciudadanía y de los actores que tienen que ver con el tema. Pretendemos que estén las asociaciones de consumidores, los productores de leña, dueños de bosques, transportistas. Este es un trabajo prelegislativo", dijo Díaz. La etapa de socialización se desarrollará durante un par de meses, entre las regiones de O'Higgins y Aysén.
Luego de aprobado el estándar se enviará al Congreso un proyecto de ley que declare la leña y sus derivados como combustible. "Es un compromiso de nuestro gobierno dejar la leña como combustible, está en la agenda de energía y queremos cumplir", agregó.
Política nacional del uso de la leña