El suelo ha jugado un rol clave en el desarrollo de la humanidad. Este recurso natural cumple funciones esenciales para el bienestar de la sociedad: sustentar la producción de biomasa y alimentos, regular el ciclo hídrico y de nutrientes, almacenar carbono, filtrar sustancias contaminantes, representar un soporte o material de construcción; archivar episodios históricos y culturales, entre otras.
Hoy, más que nunca, estas funciones cobran relevancia, debido a la creciente demanda por bienes y servicios, derivada del aumento demográfico y la necesaria mayor intensidad de uso. Lo anterior, conlleva la necesidad de aumentar nuestro entendimiento de las funciones del suelo, con una mirada más completa y compleja.
En dicho contexto, académicos, investigadores y estudiantes de la Universidad Austral de Chile, junto con otras instituciones, forman parte del Centro de Investigación en Suelos Volcánicos (CISVo). El CISVo, a través de un trabajo interdisciplinario, genera conocimiento sobre las funciones de los suelos volcánicos del centro-sur de Chile y, con ello, aporta al mejoramiento en el diseño de sistemas silvoagropecuarios sostenibles.
Recientemente, el CISVo organizó el primer encuentro de Jóvenes Investigadores en las Ciencias del Suelo (EJICS 2016), cuyo objetivo fue propiciar el diálogo y la transferencia de conocimiento científico entre jóvenes investigadores e investigadores consolidados nacionales e internacionales. El resultado fue muy alentador y gratificante, cerca de 50 jóvenes expusieron sus trabajos y un número de 20 investigadores aportaron a la discusión.
Nuestra sociedad seguirá demandando bienes y servicios y la presión sobre el suelo será cada vez mayor en frecuencia e intensidad. La generación de conocimiento será fundamental para que los diversos actores sociales, ambientales, económicos y políticos, generen coordinadamente estrategias de utilización sostenibles.
La visión extractiva y de corto plazo deberá ser reemplazada por una de largo plazo y que considere al suelo como recurso natural no renovable a escala humana. Finalmente, el suelo bajo nuestros pies corresponde a una delicada y frágil porción de piel que cubre nuestro planeta, pero que cumple un rol protagónico en el bienestar de nuestra sociedad.
Dr. Oscar Thiers
Instituto de Bosques y Sociedad, Fac. Cs Forestales UACh