No descartan la reaparición de la marea roja en costas de la región
CIENTÍFICO. Profesor de la UACh dice que no hay peligro, siempre y cuando se mantenga el monitoreo constante.
Aunque los resultados de los últimos monitoreos que realiza periódicamente la Autoridad Sanitaria indican que no hay vestigios de toxinas en los bivalvos del litoral costero de la región de Los Ríos, la marea roja continua presente en el sector sur y no se puede descartar su reaparición, cuando las condiciones ambientales lo permitan.
"No hay peligro, siempre y cuando se mantenga un sistema de monitoreo como se realiza desde hace años en Chiloé y la Undécima Región, dos o tres veces a la semana. Y con entrega rápida de resultados, que es algo que falta en nuestra región", señala el Dr. Jorge Navarro, académico del Instituto de Ciencias Marinas y Limnológicas de la Facultad de Ciencias de la Universidad Austral e investigador principal del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes.
Hoy a nivel mundial, la marea roja es un fenómeno natural que no se puede prevenir ni combatir. "Solo se puede tratar de predecir cuándo ocurrirá y evitar que los humanos y algunos organismos sean significativamente afectados", agrega quien es considerado un especialista en el tema a nivel nacional.
Navarro explica que aquella frase de "la marea roja llegó para quedarse" es efectiva. Esto, porque la microalga (dinoflagelado productor de la toxina paralizante), cuando llega a un lugar como células que están suspendidas en el agua, "en un momento en que no tienen más las condiciones apropiadas para subsistir forman un quiste, el cual se alimenta y queda en el fondo de ese lugar. Pensemos por ejemplo en Hueicolla: llegaron células, se contaminaron los choritos y hubo un momento en que esas células tóxicas no pueden crecer más; se juntan dos células, crean un quiste y se van al fondo por un tiempo indeterminado. Pueden ser meses, años y una vez que están las condiciones adecuadas (nutrientes, luminosidad, oxígeno, temperatura), el quiste germina y se crea nuevamente un evento de marea roja tóxica".
Según el científico, estamos ante un fenómeno escondido en el fondo marino, pero que en cualquier momento puede reaparecer. "Del momento en que las células llegaron en abril, mayo y quedaron aquí, sin duda están presentes en forma de quistes y eso significa que están latentes. Si las condiciones ambientales son las adecuadas para la proliferación de la microalga, vamos a tener nuevamente eventos de marea roja", asegura.
Esto, aunque los casos del año en la región no fueron tan intensos como en la zona de Chiloé, donde se llegó a encontrar 14 mil o 20 mil microgramos de toxina por cada 100 gramos de carne, considerando que el límite sin peligro para la salud humana es de 80 microgramos. En el caso de la región hubo niveles máximos del nivel de los 95 a 105, que se consideran niveles altos, pero no peligrosos.
Propagación
Pero, en este contexto, ¿qué ocurre con el loco? que mantiene niveles subtóxicos en el límite costero sur de la región.
Tratándose de un molusco depredador, lo más probable -asegura el Dr. Navarro es que haya comido choritos, almejas o machas contaminados cuando hubo marea roja. "Por ello pueden aún mantener niveles de toxina en sus tejidos, porque ésta no se va de un día para otro. Cuando se termina la marea roja, queda la toxina en los individuos por corto o largo tiempo. En los choritos demora un mes y medio a dos meses en destoxificarse y quedan limpios nuevamente. Hay otros casos, como algunas clases de almejas del hemisferio norte, que demoran más de un año en destoxificarse. Entonces, el loco no me indica que en este momento hay marea roja en Hueicolla. Podría ser que aún no terminan de destoxificarse de algo que ocurrió cinco o seis meses. Si hubiera marea roja en Hueicolla, la tendríamos en los choritos".
¿Fueron las toxinas de Chiloé las que llegaron a la región? El científico explica que "al parecer las microalgas se desplazaron con las corrientes hacia diferentes partes de la costa, proliferaron con las condiciones ambientales y así ocurrieron los eventos de marea roja en la costa, desde Chiloé hasta el sur de la región de Los Ríos, como Hueicolla y Colún, donde fue más notorio. Llegó hasta acá y la costa está expuesta. Entonces, es relativamente fácil su propagación hacia el norte, si se dan las condiciones ambientales".
Anteriormente, lo tradicional era que la marea roja se concentrara en áreas geográficas cerradas como el interior del mar de Chiloé, los fiordos de Aysén o el seno de Reloncaví. Pero esta vez se propagó hacia el norte principalmente por efecto de las corrientes, que mueven el fitoplancton hacia otros lugares.
¿El brote de marea roja de Chiloé es atribuible al vertimiento de salmones en descomposición? Para el científico, se podría asociar, pero es difícil entregar una respuesta concluyente y no ve una relación directa, aunque hay estudios y experiencias en Mane (EE. UU.) y San Lorenzo (Canadá) acerca del impacto de toxina paralizante en bivalvos. "El vertimiento fue a 130-140 kilómetros de la costa y según el informe del comité chileno de ciencia, ocurrió cuando las corrientes iban hacia el noroeste, o sea alejándose de la costa. De todos modos, lamentablemente no se realizaron estudios en el momento preciso en que ocurrieron los eventos, porque no tuvimos posibilidad de ingresar a Chiloé. Llevamos 11 años trabajando en investigación con Conicyt, estudiando el efecto de las toxinas sobre los bivalvos y tratamos de ir, pero no pudimos ingresar a la isla y así se perdió la oportunidad de dar respuestas más científicas. El comité que hizo el estudio entregó un informe en base a muestras tomadas dos meses después. Así, es difícil dar una respuesta certera respecto a la relación entre vertimiento de salmones y algunos eventos en la costa de Chiloé", agrega.
Trabajo
La marea roja no se puede prevenir y prácticamente tampoco combatir. El profesor Navarro señala que sería un avance predecir su aparición. "Tampoco está claro cómo hacerlo. En países como Corea y Vietnam se han hecho bombardeos de pequeñas partículas de arcilla al agua, lo que hace dispersar, diluir el efecto de las células. Pero, muchas veces esto produce un quiebre del evento de marea roja, es muy costoso y no es recomendable porque modifica el ecosistema. Y está a nivel de experimentación", señala Jorge Navarro.
En todo caso, asegura que el monitoreo estándar que se utiliza es el adecuado para el análisis de las aguas y el contenido de la carne de diferentes recursos pesqueros. Antes se realizaba solamente en choritos y ahora se agregan especies como la navajuela, machas, locos, piures, picorocos y algas.
Pero, si los monitoreos son los adecuados, es urgente que los análisis se realicen en laboratorios de la región. Un chorito -aclara el investigador- puede llegar a niveles tóxicos antes de dos días. "Deberíamos tener los laboratorios que permitan tener un resultado inmediato. Es importante tener las facilidades para tener el análisis de las muestras de carne y de muestras de agua para ver presencia de células tóxicas, lo antes posible". Actualmente, las muestras son enviadas a Puerto Montt.
Laboratorio
Aquí surge la urgencia de concretar en Valdivia el anunciado Laboratorio de Salud Pública Ambiental y Ocupacional de la Seremi de Salud de Los Ríos, proyecto que se concretará en el sector de Isla Teja, en un terreno de 4.141 metros cuadrados ubicado frente a la ex cárcel y que demandará una inversión de aproximadamente 2 mil millones de pesos. Gran parte de ese monto se destinará a la tecnología para estudio y detección de la toxina que ocasiona la marea roja.
El seremi de Salud, Claudio Méndez, señala que el proyecto entrará en su etapa de diseño durante 2017, que las obras comenzarán en 2018 y agrega que "hay otro desafío para avanzar en los temas prioritarios y que tiene que ver con el compromiso con una política territorial. Para eso será fundamental el excelente trabajo que ya está realizando el Consejo Regional, de ver y considerar futuros proyectos FNDR, que permitan seguir fortaleciendo las capacidades, para tener más y mejor vigilancia".
En lo inmediato, el seremi de Bienes Nacionales Christian Pozas firmará hoy la resolución que destina a la Subsecretaría de Salud Pública los inmuebles derogados al Ejército y comprometidos para este proyecto.
Pozas agregó que el traspaso da cumplimiento "al compromiso asumido por la ministra de Bienes Nacionales, Nivia Palma; y el intendente Egon Montecinos. Con esta firma de resolución de destinación, estamos aportando en materia de terrenos fiscales y que irá en beneficios directo de todos los habitantes de nuestra región".
Recolectoras de Chaihuín
Gloria Railef es la presidenta del Sindicato de Recolectoras "Las Dunas" de Chaihuín y señaló que en la recolección de algas, la marea roja fue un problema secundario, "porque comenzó cuando la temporada había pasado. Sí afectó en la recolección de moluscos, primero porque hubo un tiempo en que no se pudo extraer y después aunque no había peligro, la gente dejó de comprarlos. La gente se alarmó y no compraba nada que se relacionara con el mar", señaló. La dirigenta agregó que están conscientes de que puede haber nuevos brotes de marea roja "de acuerdo a las condiciones climáticas" y espera que las autoridades de la región "reaccionen más rápido con la ayuda para los afectados".
"Si las condiciones ambientales son las adecuadas para la proliferación de la microalga, vamos a tener nuevamente eventos de marea roja".
Jorge Navarro, Profesor y científico UACh"
Comerciantes de la Feria Fluvial mantienen su preocupación
En la Feria Fluvial de Valdivia no olvidan los momentos vividos durante los meses en que la marea roja estuvo al acecho.
José Urra, presidente del Sindicato de la Feria Fluvial, recordó que hubo efectos económicos, aunque no grandes. "Trabajamos con las autoridades, estuvieron monitoreando las aguas y a excepción de dos o tres días con algo de contaminación, después seguimos trabajando de manera normal. Lo que costó fue recuperar al público. Pero, tuvimos el apoyo de la autoridad, primero con una sierratón y luego un cocimiento de mariscos, con gran asistencia de público. Desde ahí se rompió el tabú". Sin embargo, la preocupación permanece, enfocada en dos direcciones. "Esperamos estar equivocados, pero no estamos conformes con el informe de los científicos respecto al estudio de las aguas en Chiloé. Muchos creemos que hay otros intereses de por medio y que el alga se activó después del vertimiento de salmones. Faltó un estudio de cómo estaban las aguas antes y después. Ahí tenemos la duda", aseguró. De cara al futuro, la segunda preocupación es cómo afrontar una eventual nueva alarma. "Lo único que podemos hacer es ver cómo vamos a paliar los efectos económicos, porque sabemos que puede reaparecer en cualquier momento", manifestó.
Un año en que el peligro estuvo latente en las costas de la región
El 21 de abril de este año, la seremía de Salud intensificó la vigilancia en el borde costero de la región de Los Ríos.
De paso, decretó la medida sanitaria de prohibición de recolección, captura, extracción, transporte, comercialización, elaboración, traslado, procesamiento y tenencia para comercialización de todos los mariscos bivalvos, como también picorocos y los provenientes de la totalidad del litoral costero de la región. Todo esto, a la espera de los resultados de las muestras tomadas y analizadas.
Paralelamente, la Autoridad Sanitaria determinó la realización de monitoreos cada 48 horas.
La prohibición fue levantada el 22 de abril, pero el 11 de mayo fue nuevamente determinada la prohibición y el mismo día se amplió la prohibición al piure, luche, ulte y cochayuyo.
De esta forma y durante el resto del año, los monitoreos han determinado levantamientos parciales y/o ampliación de las prohibiciones para la extracción, comercialización y consumo de bivalvos.
Según los últimos resultados que entregó la seremía el 12 de diciembre y que corresponde a muestras tomadas el día 6, no se detectó toxinas en los choros zapato provenientes de Mississipi, Piedra Alta, Los Molinos, bahía Corral y puerto Corral.
En tanto, la autoridad de salud recordó que se mantiene la veda del loco. Esta misma especie no mostró niveles subtóxicos en las muestras recogidas el 29 de noviembre, pero sí en las del 1 de diciembre.
80 microgramos de toxina por cada 100 gramos de carne de marisco es el límite para el consumo humano. En la zona de Chiloé se registraron casos de 14 mil y 20 mil microgramos, este año.