Claudia Muñoz David
En 2015 el académico de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad Austral de Chile, Ernesto Zumelzu, fue invitado a un congreso sobre materiales avanzados que se desarrolló en Ciudad de México.
El recinto era enorme y en 25 salas unos mil 800 expositores mostraban sus productos de alta tecnología. En uno de los stands Zumelzu vio un equipo que llamó su atención. Estaba en el puesto de la empresa alemana Witec, donde una persona de unos 50 años, que después supo que era el dueño de la firma, exhibía un microscopio Confocal Raman 3D. Se acercó y le preguntó si podían analizar en él una de las muestras que llevaba consigo en ese momento."Accedió con mucha amabilidad, estudiaron la muestra y me enviaron el informe. En ese momento me di cuenta de que estaba frente a un equipo excepcional", aseguró Zumelzu.
¿Por qué? El investigador destacó que "permite ver cualquier tipo de material, menos gases. Con él pueden ser analizados cerámicos, suelos, material biológico. Es un equipo transversal que puede ser utilizado por quienes están en el área de las ciencias de la vida, de la tierra, la ingeniería, en geología y medicina. Este equipo es Confocal Raman, pero además integra otros módulos de microscopía de fuerza atómica. Con él podemos trabajar en muy baja dimensión, a nivel nanométrico, es decir, en una millonésima de milímetro. Permite llegar a lo más íntimo de la materia, caracterizar sus propiedades y buscar soluciones, tanto para la investigación básica aplicada como para la industria".
En septiembre de 2016 el Instituto de Materiales y Procesos Termomecánicos de la Facultad de Ingeniería de la Uach postuló al 5° Concurso de Equipamiento Científico Tecnológico Fondequip, de Conicyt, con el objetivo de comprar el equipo. Se adjudicaron el proyecto.
"A nosotros nos interesa que esta tecnología llegue a la comunidad porque fue financiada por el Estado, tenemos que sacarle el máximo de provecho", destacó Zumelzu. Para la adquisición del microscopio el gobierno invirtió 225 millones de pesos y la Universidad Austral 25 millones, además, contribuyó con la infraestructura para albergar el equipo. El microscopio ya está instalado en el Edificio 3000 del Campus Miraflores de la Universidad Austral de Chile y durante la semana se han desarrollado jornadas de capacitación para quienes lo utilizarán.
Ayer, a las 12 del día, académicos de la Uach, representantes de empresas y de otras universidades, como la Universidad de la Frontera, la Universidad Católica de Temuco y la Universidad del Bío Bío, se reunieron para conocer el modernísimo aparato.
Un logro
Actualmente existe un equipo similar en Santiago, sin embargo, el de Valdivia posee la última versión del software que utiliza para operar, el que fue actualizado hace dos semanas.
Para el académico del Instituto de Materiales y Procesos Termomecánicos, Ernesto Zumelzu, haber obtenido los recursos para comprar el microscopio fue todo un logro. "El concurso en el que participamos se hace una vez al año y ya han habido cinco. La Uach gana como promedio tres proyectos al año, pero lo trágico es que el 30 por ciento de los recursos de cada concurso se van a regiones y el 70 por ciento restante se queda en Santiago. Imagínense lo que cuesta ganarse un equipo en regiones. Esta es una lucha feroz, nosotros postulamos a la primera convocatoria y quedamos en lista de espera, pero buscamos una estrategia para ampliar nuestra red de usuarios. Después ganamos con el máximo puntaje. Este ha sido el proyecto de mayor monto que la universidad, en el programa Fondequip, ha ganado", dijo.
Además de fortalecer los programas de postgrado de la Uach en áreas como la geología, las ciencias forestales, la medicina o la ingeniería, el programa de doctorado de Acuicultura de la sede Puerto Montt y las investigaciones del Centro de Excelencia de Estudios Antárticos o el Centro de Investigación y Desarrollo de Energía de los Mares, el instrumento también beneficiará los estudios de usuarios externos.
También podrán usar el equipo científicos de la Comisión Chilena de Energía Nuclear, de las universidades de Chile, de Concepción, del Bio Bio, Católica de Temuco y De la Frontera, entre otras instituciones. Además, las empresas de la región y de la zona sur que tengan requerimientos de investigación tendrán acceso a este servicio, sin costo, durante un año.
El decano de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería de la Uach, Richard Luco, aseguró que "este es un momento de felicidad. Me gustaría que las empresas que están respaldándonos sepan que este es un pilar en el que se pueden apoyar con toda confianza y con seguridad de que los resultados serán efectivos". Mientras que el biólogo de la Universidad Católica de Temuco, Érico Carmona, destacó: "Actualmente trabajo con nanomaterial y será mucho más fácil venir acá a analizar las muestras que hacerlo en Santiago. Pertenezco a un núcleo de investigación que trabaja en bioproductos y materiales avanzados, por lo que nuestras líneas de investigación son muy variadas y el microscopio será importante para desarrollarlas rápidamente".
¿Qué se podrá hacer?
¿En qué tipo de investigaciones será usado el equipo? Zumelzu contó que servirá, por ejemplo, para el estudio de nuevos materiales relacionados con energías alternativas que permitan evitar la contaminación del medioambiente.
Para el sector de envases y embalajes, será usado en un proyecto que busca crear materiales que permitan conocer si se produjo el cambio en el PH de un producto o seguir su trazabilidad.
En el sector de la creatividad, gracias a este microscopio se podrá trabajar en la obtención de superficies de buena terminación en textura derivadas de procesos de manufactura 3D.
Para la industria de los alimentos, se podrá trabajar en proyectos que permitan generar las mezclas más adecuadas para elaborar, por ejemplo, chocolates con rostros de personas o con formas de monumentos. "Para eso se requiere caracterizar muy bien los compuestos. Este tipo de proyectos están siendo desarrollados por estudiantes actualmente. Como este microscopio trabaja en tan baja dimensión se podrán hacer materiales y caracterizar sus bondades a una escala casi atómica. Lo que un microscopio normal puede ver en con 70 u 80 de aumento nosotros lo podemos ver con un millón de aumento", destacó.
Y agregó que esto traerá nuevos desafíos. "Tenemos que entregarle un mensaje a la comunidad. Este es un juguete maravilloso, pero tiene que servir. Es necesario repensar la ciencia y preguntarnos, dadas las necesidades regionales y del país, qué tipo de ciencia y tecnología puede contribuir más a la solución de los problemas actuales. Cómo concretar mecanismos de vinculación con el sector productivo y generar un tema cultural que favorezca la libre circulación de ideas y la originalidad", dijo Zumelzu.