El Servicio Electoral en la región de Los Ríos cuenta ahora con cuatro fiscalizadores para revisar que se cumplan las normas de propaganda en la última parte de la campaña, previa a las elecciones del 19 de noviembre. Es bueno que la repartición refuerce sus equipos, pero resulta paradojal que se deba controlar que los futuros legisladores de la región y quienes cautelarán el cumplimiento de normas en el gobierno regional, cumplan con la regulación vigente.
Al margen de lo anterior, el llamado del Servel es a respetar los espacios designados para propaganda (que suman 95), con la meta de entregar datos a los votantes, para que puedan decidir a quién dar sus preferencias. Si no se efectúa esa difusión de manera ordenada e igualitaria, no se garantiza el derecho ciudadano a la información.
La idea de la propaganda es también es incentivar a la comunidad para que acuda a las urnas a votar. El gobierno ha realizado una campaña al respecto y todos los abanderados, en forma transversal, han coincidido en el mismo mensaje: mejorar la participación.
En las elecciones de 2013 había 13 millones 573 mil personas habilitadas para votar; pero solamente lo hicieron 6 millones 699 mil en primera vuelta (49.36%); mientras que en la segunda solamente llegaron 5 millones 697 mil electores a las urnas (41.98%) En Los Ríos, para la segunda vuelta (entre Michelle Bachelet y Evelyn Matthei) votaron 189 mil electores de un padrón total de 327 mil personas habilitadas, un 58%.
Esas cifras ponen a Chile entre los países con mayor porcentaje de abstención electoral del mundo, algo que a nadie debiera enorgullecer; pero que también habla de un creciente desencuentro entre las personas comunes y quienes toman las decisiones nacionales.
Por lo mismo, hacer una campaña respetuosa, ordenada y limpia en las calles, las redes sociales y otros medios, puede ser un primer mensaje efectivo para que le gente confíe un poco más. En la misma línea es destacable la reacción de repudio que surgió luego del acoso que vivió una candidata. Solidarizar en vez de sacar provecho político es una buena señal.