Victoria Gatica Villegas
Ayer se cumplió una década del siniestro que consumió por completo el edifico Emilio Pugín, corazón de la Facultad de Ciencias de la Universidad Austral de Chile. A diez años de ese día trágico, la casa de estudios planifica la construcción del edificio "Ciencias II".
Se trata de un proyecto que será anunciado hoy y que cumple con los compromisos adquiridos con los académicos, dando dependencias definitivas a los institutos de Bioquímica y Microbiología, Farmacia y Ciencias Químicas.
El recinto contará con 5.238 metros cuadrados construidos y se emplazará en la Av. Rector Eduardo Morales Miranda, frente al edificio de la Biblioteca Central del Campus Isla Teja. En las próximas semanas se darán a conocer las bases para el inicio del proceso de licitación de las obras.
UN momento DIFÍCIL
Contar con un nuevo recinto es parte del proceso de recuperación de la Facultad tras las pérdidas totales sufridas el 3 de diciembre de 2007.
En esa fecha el doctor en Ciencias Ambientales Carlos Bertrán cumplía su primera administración como decano de la Facultad (ahora completa 4 períodos) y recibió temprano una llamada alertando sobre el incendio. "Aún me angustia recordar esos momentos de tanta tensión, ver como se consumía nuestro edificio, bajo la atónita mirada de todos. Jamás podremos olvidar los rostros de angustia y dolor de los colegas y funcionarios de la Facultad de Ciencias, además de las autoridades de la corporación, junto a colegas y funcionarios de toda la universidad", recuerda.
Él fue el encargado de catastrar el daño. "Con el incendio se ha perdido el 70% de la investigación de la Uach. Son muchos proyectos Fondecyt, proyectos nacionales e internacionales y equipos les que se perdieron con este incendio. La pérdida fue total", dijo a Diarioaustral en esa oportunidad.
El hecho no dejó indiferente a nadie. Fueron $6 mil millones en pérdidas y años de trabajo académico que ardían incontrolablemente. El fuego comenzó en el cuarto piso del edificio a las 06.38 de la madrugada y se extendió hasta las 19 horas.
Para mitigar las llamas, concurrieron todas las compañías de bomberos de Valdivia, a las que se sumaron voluntarios de Paillaco, Mariquina, Osorno e incluso la brigada anti incendios de la Celulosa Arauco, junto al carro lanza espuma del aeródromo Pichoy y el lanza aguas de Carabineros.
A pesar de la complejidad de la situación para la universidad, el decano Carlos Bertrán, recuerda que si bien el momento fue difícil, "sólo se pudo enfrentar con la ayuda y colaboración de las autoridades de la universidad y la cooperación invaluable de muchos colegas, los que incluso sacrificaron descanso y vacaciones para trabajar, ya que las actividades docentes debían retomarse sin falta en marzo y las tareas comprometidas de investigación no podían detenerse de ninguna manera".
Un gesto que grafica esa solidaridad fue el de los centros de estudiantes de la facultad, que compartieron un mensaje en la entrada del Campus Isla Teja, a través de un lienzo en el que se leía: "El conocimiento no se quema, fuerza Facultad de Ciencias".
Un año más tarde, académicos y funcionarios replicaron la iniciativa, con una galería científica organizada por la Comisión de Investigación de dicha unidad, en la que participaron académicos y estudiantes de postgrado, con la exposición de 60 trabajos en formato poster, ubicados alrededor del perímetro siniestrado, dando cuenta que las labores investigativas no se habían detenido a pesar de la pérdida del edificio.
Primeras medidas
Tras las muestras de apoyo, el decanato propuso como estrategia la creación de institutos con nuevas definiciones y mayor masa crítica, fusionando grupos de trabajo e incorporando académicos con intereses comunes en torno a las nuevas unidades.
Lo anterior, se ejecutó según las indicaciones del Plan Estratégico 2006-2008.
Para concretar el plan de reestructuración académica se debía contar con la recuperación del edificio Emilio Pugín y la construcción de un módulo asociado (edificio Ciencias II). Para el caso del módulo asociado se tomó como base el trabajo realizado durante 2006 y 2007 por la Comisión de Planificación de la Infraestructura y Equipamiento de la Facultad, "que dio como resultado, la propuesta de construir un edificio para albergar a los institutos que requieran mayores niveles de contención y presenten necesidades especiales de manejo y eliminación de residuos peligrosos", explicó el decano.
Asimismo, agregó, que para confeccionar una propuesta de reorganización académico-administrativa de la macrounidad, se debió considerar dos aspectos principales. "El primero de ellos, relacionado con nuestro compromiso docente, el que debe potenciar las carreras de la facultad y nuestra docencia de servicio en ciencias básicas. El segundo aspecto es generar unidades con mayor masa crítica y coherencia entre académicos, en torno a grupos de investigación definidos y asociados a sus propios programas de postgrado. En estos nuevos institutos, especialmente en el de Naturaleza Transdisciplinaria, también se podrán cultivar y desarrollar el trabajo disciplinario de cada área temática en particular, de acuerdo a las alternativas que señalan los propios estatutos de la corporación", dijo Bertrán.
Aciertos y desafíos
Para el rector de la Uach Óscar Galindo estos diez años han mostrado la capacidad de trabajo de la Facultad de Ciencias y destacó la reorganización académica, la creación de nuevos institutos y la reagrupación de áreas. "Eso sirvió para plantearse nuevos desafíos, dentro de los cuales estuvo la creación de nuevas carreras y áreas en el ámbito de pregrado y al mismo tiempo, avanzar en un desarrollo sostenido en la investigación y del postgrado", dijo el rector y adelantó que se está discutiendo -incluso- la creación de nuevos programas de doctorado.
En ese sentido, Galindo puntualizó que "estamos enfrentando un desafío muy grande como es la construcción de nuevas edificaciones de la Facultad, un proyecto ambicioso que busca resolver las necesidades del instituto de Bioquímica y Microbiología, Ciencias Químicas y de Farmacia". "Esperamos iniciar prontamente esas edificaciones y que ello nos permita también un repotenciamiento de esas áreas y seguir con lo que ha sido la característica de esa facultad, con actividad científica importante en contribución a las regiones del sur y al país a través de su actividad académica", puntualizó.
Polo de desarrollo
Actualmente, la Facultad de Ciencias alberga proyectos de gran envergadura, como Núcleos Milenio y Fondap. Asimismo, hay más de 70 proyectos de investigación que lideran sus académicos, además de otras iniciativas ejecutadas a través de financiamiento regional, nacional e internacional.
Cuenta con seis carreras de pregrado: Biología Marina, Bioquímica, Ciencias, Geografía, Geología y Química y Farmacia, además de diez en postgrado: Magister en Ciencias Mención Genética, Ciencias Mención Microbiología, Ciencias Mención Recursos Hídricos, Biotecnología Bioquímica, Ecología Aplicada y Paleontología; Doctorados en Ciencias Mención Biología Celular y Molecular, Ciencias Mención Ecología y Evolución, Ciencias Mención Microbiología y finalmente, Doctorado en Biología Marina.
Hacia la comunidad
Para el decano Carlos Bertran, los próximos desafíos al mando de la Facultad de Ciencias, tienen que ver con acercarse más a la comunidad.
"Debemos ser capaces de tener una mirada crítica y constructiva más allá de los laboratorios, es necesario mantener la relación con las comunidad en las que nos desenvolvemos, no sólo entregando datos duros obtenidos en las investigaciones, sino que compartiendo los resultados del trabajo que realizamos con la sociedad", aseguró.