Proponen protocolo para la actividad acuícola de la cuenca del río Bueno
ESTUDIO. Investigadores locales recomendaron no sobrecargar la capacidad de autopurificación de los ríos e indicaron que es necesario tomar precauciones, ante aumentos de producción.
Los cursos de agua de las regiones del sur de Chile se destacan por su calidad y pureza. Sin embargo, existen diferentes actividades que las pueden impactar, una de ellas es la instalación de pisciculturas en ríos y lagos. Desde mediados de la década del 2000 el investigador del Instituto de Ciencias Marinas y Limnológicas de la Universidad Austral de Chile, Stefan Wolfl, ha desarrollado diversos estudios relacionados con los efectos de esta actividad productiva en los cuerpos de agua.
Una de estas últimas investigaciones fue encargada por el Gobierno Regional a través de la Corporación Regional de Desarrollo Productivo de Los Ríos y se centró en desarrollar un protocolo que permita a las autoridades tomar decisiones con respecto a la actividad acuícola en la cuenca del río Bueno, que incluye el lago Ranco, además de ríos como Quiman, Pitreño, Iculpe e Ignao. En todo este sector existen seis pisciculturas. Su objetivo fue medir parámetros ambientales -químicos y biológicos- y el impacto que la actividad acuícola puede generar sobre los ecosistemas acuáticos, todo esto pensando en ampliaciones de producción y nuevas concesiones. También, en la elaboración de Plan Regional de Ordenamiento Territorial, Prot.
Este estudio fue desarrollado en conjunto con el profesor asociado del Instituto de Ciencias Marinas y Limnológicas de la Uach Jorge Nimptsch y el académico de la Universidad Católica de Temuco, Carlos Esse.
Algunas conclusiones
Con respecto a conclusiones generales, Stefan Wolfl indicó que "mientras más natural esté el río, mayor es el peligro de efectos negativos y mayor la necesidad de protegerlo con respecto a cualquier descarga desde las pisciculturas. En general, en todos los ríos estudiados el oxígeno se mantuvo en alto nivel".
Para los especialistas, los niveles de materia orgánica que actualmente son descargados a los cursos de agua -carbono, nitrógeno y fósforo; además de nutrientes disueltos- en algunos casos están bajo los límites que ellos establecieron como saludables, según los datos que manejaron. Mientras que en otros casos se encuentran sobrepasados. Por lo tanto, es necesario tomar precauciones con respecto a posibles aumentos de producción. "Hay que mitigar los efectos posiblemente negativos, eso significa manejo por parte de los empresas. Es decir, mejorar el tratamiento de los riles que emiten y no sobrecargar la capacidad de autopurificación de los ríos para garantizar su integridad ecológica", expresó Wolfl .
Ellos también recomendaron acomodar la producción a las variaciones naturales de los ríos durante las diferentes épocas del año. "Cuando tengan poca agua se debe permitir poca emisión porque los efectos negativos son mucho más graves. Hay que adaptar el ciclo de producción de la piscicultura al régimen hidrológico", dijo. Esta información puede ser utilizada como base para la generación de normas de calidad para los cursos de agua.
El académico Jorge Nimptsch destacó que "las autoridades regionales deben definir qué es lo que se quiere potenciar. La ventaja de Chile es que sus aguas tienen una calidad tan buena que los turistas quieren venir a verla. Por lo tanto, estamos en un estado bastante natural en muchas áreas y la pregunta es qué tanto queremos intervenir".
efectos
¿Por qué es tan necesario resguardar la calidad de las aguas en las cuencas? Jorge Nimptsch indicó que es necesario evitar el florecimiento de algas, por ejemplo, en lagos. "Hay algas que producen muchas toxinas, es decir, venenos. Producen toxinas hepáticas, neurológicas, cáncer a los riñones, hay muchos efectos. Estas pueden afectar a todos. Si se sobrepasan ciertos límites afectan a la gente que se baña, al agua potable, a los animales, porque son venenos muy potentes", dijo. Estos cursos de agua, además, son utilizados por la agricultura, para actividades turísticas y otras actividades productivas.