Sociedad Civil y Educación
A raíz del debate generado hace algunas semanas por los dichos del Ministro de Educación, creo imprescindible aclarar que lo público es, por excelencia, el espacio de expresión de la sociedad civil. El Estado es un actor muy relevante pero no excluyente en dicho espacio.
Respecto al rol del Estado, este debe ser subsidiario y en materia educativa debe asegurar, en coordinación con la sociedad civil, el acceso de nuestros niños a una educación de calidad (ejemplo de ello son los miles de millones de pesos que el Estado destina cada año a infraestructura educativa). Pero ello no significa que sea el principal responsable. Las familias y las comunidades educativas también son responsables de la educación de nuestros niños y jóvenes. El Estado nunca podrá reemplazar el rol de la sociedad civil y su rol consiste en articular y generar las condiciones para que esta florezca y pueda así participar activamente de los problemas públicos.
La faz positiva de la subsidiariedad exige que el Estado deba hacerse presente con fuerza ahí donde la sociedad civil no pueda llegar (por ejemplo, este año se entregaron más de 8.000 millones de pesos a nuestra región a través del Fondo de Apoyo a la Educación Municipal, FAEP).
Nadie pretende, como algunos quieren caricaturizar, que el Estado se desentienda de lo público. Su rol es muy importante en este espacio, pero no debe monopolizarlo y excluir a la sociedad civil. Esto implica, en el ámbito educacional, exigirles un rol activo, responsable y solidario a todas las comunidades educativas.
El gobierno de nuestro presidente Sebastián Piñera no cree en una sociedad asistencialista, en donde todo lo soluciona y lo entrega el Estado y las personas sólo deban limitarse a su ámbito privado. Este modelo, como bien anticipó Tocqueville, no incentiva la asociatividad, sino muy por el contrario, erosiona los lazos comunitarios y exacerba el individualismo.
Tomás Mandiola Lagos Secretario Regional Ministerial Educación Los Ríos
EFE es un mal vecino
Es lamentable que una Empresa del Estado sea pésimo vecino en nuestra comuna. Es triste ver que no exista un cuidado de los bienes muebles e inmuebles de ferrocarriles. Producto de esta mala administración, el terreno ubicado en la costanera a la altura de la intersección de Simpson con Ecuador se ha vuelto un punto de encuentro para la delincuencia, afectando directamente a los vecinos más cercanos al recinto.
En este sitio eriazo se han desmantelado material ferroviario, siniestros de incendio y últimamente el robo de los durmientes.
Lo peor de todo, es que a pesar de los requerimientos de distintos actores sociales y políticos, vemos que la voluntad de la empresa se manifiesta a medias, sólo cerrando una pequeña área, quedando material histórico fuera del cierre perimetral, cuando se podría dar solución definitiva al tema, que es lo que esperamos por parte del nuevo presidente de EFE.
Insto al directorio de EFE a informar a los valdivianos si realmente les interesa preservar el patrimonio histórico ferroviario. Si la Estación Valdivia es un problema para EFE, estoy seguro que las organizaciones de la ciudad estarán dispuestas a hacerse cargo.
Roberto Paredes Pdte. Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Valdivia
Alzheimer y entorno familiar
Cuando uno de nuestros seres queridos es diagnosticado con Alzheimer, la familia vive un proceso desgarrador, básicamente porque se van dando cuenta que pierden paulatinamente al ser querido que siempre conocieron de una determinada manera. A los problemas de memoria que sus familiares comienzan a percibir como preocupantes, se van sumando cambios en la personalidad, donde la persona se va volviendo más retraída e inestable emocionalmente.
Para todo el entorno se trata de un proceso progresivo en que deben aprender a vivir con la enfermedad.
Al vivir este proceso, ¿qué medidas concretas deben entender y aplicar quienes acompañen a un familiar con Alzheimer? Primero informarse lo más posible acerca de la enfermedad y sus tratamientos. Aclarar las dudas disipa los temores y permite una mayor sensación de control cuando se sabe qué es lo que tendrán que ir enfrentando a medida que pasa el tiempo. Hay que tener en cuenta que la incertidumbre aumenta la sensación de descontrol y de temor.
Lo segundo es buscar redes de apoyo dentro y fuera de la familia, lo que puede implicar contactarse con una agrupación o con otras personas que estén viviendo el proceso o lo hayan vivido previamente. Y en seguida planificar acciones concretas que permitan mantener lo más adecuadamente posible la calidad de vida del enfermo y de sus familiares cercanos.
En todo este proceso es fundamental trabajar la paciencia y la tolerancia porque la enfermedad generalmente conlleva períodos de gran irritabilidad y las personas a su alrededor pueden manifestarse muy confusas frente a todos los cambios de su ser querido enfermo, reaccionando desde la rabia o la tristeza.
Nicole Chaigneau Psicóloga y docente Facultad de Psicología USS