Un total de 9 alertas, 4 preemergencias y 5 emergencias, registró durante julio el reporte mensual de la Gestión de Episodios Críticos (Gec) que se realiza mensualmente en el contexto del Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA) de Valdivia, para medir en cuántas ocasiones la calidad del aire superó los niveles dañinos para la salud humana, de modo de orientar las decisiones que se toman al respecto, como las restricciones al uso de calefacción a leña en algunos sectores de la ciudad.
Según esos datos se completaron 18 episodios críticos durante el mes y, con ellos, se llega a un total anual de 30 alertas, 22 preemergencias y 9 emergencias al 31 de julio; un 52% más que en igual período de 2017.
Las cifras no son alentadoras, pues al mirarlas más de cerca (www.airechile.mma.gob.cl) hay 70 días de registro sobre la norma, que no llegan a niveles extremos, pero que sí indican contaminación del aire que respira la comunidad.
En este contexto es que adquieren especial importancia las medidas que se puedan tomar frente al problema, para lograr la disminución de emisiones contaminantes: eficiencia energética de viviendas, uso de leña seca, recambio de calefactores y estímulo a utilización de energías limpias.
Algunas de esas ideas están contenidas en el PDA de Valdivia y son también las que orientan la campaña Nuevo Aire, que lleva adelante Diario Austral de la región de Los Ríos, con apoyo de instituciones y empresas, para ayudar a crear conciencia al respecto.
En esa dirección apuntó también el seminario realizado ayer por la empresa Socoepa (ver página 4), una de las permanentes colaboradoras de Nuevo Aire, en el cual invitó a apostar por las energías limpias, renovables y no convencionales, desde la región, donde existe -aseguran- la capacidad profesional y tecnológica suficiente para enfrentar este desafío.
Para responder a este escenario favorable se requiere, sin embargo, de coordinación público-privada eficaz, incluyendo a la academia y a una comunidad conciente de que debe hacerse parte en la mejora de su calidad de vida.
La contaminación es ahora. Pero las soluciones también están, si hay voluntad real para aplicarlas.