Llegó a la Escuela de Fútbol de la Universidad Austral hace trece años como apoderada de su hijo (Sebastián), cuando él tenía seis años. Desde entonces, la valdiviana Katty Jamett ha dedicado gran parte de su tiempo a la institución, donde hoy es la directora y a la vez pieza fundamental del desarrollo de la Escuela y también de su actividad insigne: El Campeonato Internacional de Fútbol Infantil Sub15, el Mundialito de la UACh.
Sobre su labor en la Escuela de Fútbol, Jamett asegura que "lo más lindo y gratificante de esta labor es poder generar una relación con los niños, conocerlos, bromear, ser uno más de ellos, generar esa confianza pero sin que ellos te pierdan el respeto. Preocupándonos de su entorno, de sus calificaciones, que les vaya bien en los estudios y que se porten bien en sus casa. Es gratificante, que uno pueda aportar a cada niño, a cada familia un granito de arena, eso no tiene precio y es por lo que yo quiero seguir ligada y aportando en esta organización, porque los niños son el futuro".
¿Qué significa el Mundialito para usted?
-El Mundialito es muy especial para mí , ya que es la licenciatura de los niños de la Escuela de Fútbol y es para lo que ellos se preparan. Para mí es un orgullo ser parte del evento, no importa cuánto trabajes, no importa cuánto debas gestionar, el objetivo es dar un campeonato de calidad, un campeonato diferente donde es importante la integración, que equipos amateur y escuelas de fútbol compitan y se midan con equipos profesionales. Además, es un campeonato que no tiene fines de lucro, la única finalidad es que los niños disfruten y sea una gran experiencia para sus vidas. Me siento muy orgullosa ser parte de esta organización, en la que trabajamos mucho, por lo mismo todos los años cuando termina nos emocionamos, porque a pesar de inconvenientes que tengamos en el camino, salimos adelante.
¿Alguna sensación especial por los 30 años de la competencia?
-Tengo sensaciones muy especiales, primero porque somos el campeonato más antiguo de Chile. Luego, cumplir 30 años no ha sido fácil, pero cuando viajamos en nuestras giras y somos reconocidos de buena manera por los equipos profesionales e internacionales por nuestro Mundialito, es porque las cosas se hacen bien, con responsabilidad y compromiso. La sensación que tengo es de emoción, orgullo y felicidad, de cumplir estos 30 años, pertenecer a esta gran escuela y ser parte de la organización del Mundialito.
¿Qué medidas tomarán para que no se repita lo sucedido con Río Bueno? (se bajaron del torneo como sede)
-Todavía no nos hemos sentado a ver este tema, ya que esa irresponsable bajada de la sede, generó muchos cambios a pocos días de que comience el campeonato. Aparte de cambiar la sedes y el fixture, también se hicieron cambios en la página web, en la revista del Mundialito, todo esto tiene un costo de trabajo, de gestión y de dinero. Lo único que puedo decir, es que no creo que podamos tener otra sede que tenga un departamento de deporte tan irresponsable como la de Río Bueno, que ni siquiera sean formales para informar la situación. Esto se hubiese solucionado si en mayo cuando fuimos a la sede, nos hubiesen dicho que no podían participar por su problemas económicos y listo, nosotros no obligamos a ninguna municipalidad, cada uno solicita ser sede. En general la directiva está molesta por las actitudes de esta ex sede.
¿Falta más apoyo del sector público y del privado en la competencia?
-El sector publico, hasta el momento, nos han apoyado bastante, tanto la municipalidad como la intendencia. De manera personal, lo que molesta un poco es llegar a enero sin saber si nos aprobarán los proyectos, porque el Mundialito ha crecido tanto, que esos dineros se hacen imprescindibles y sin ellos, nada de esto podría ocurrir. Por lo mismo, estos recursos deberían aprobarse con anticipación, para de esa manera poder trabajar tranquilos y con anticipación tener la certeza de que contaremos con ellos, sin sufrir a pocos días de que el torneo comience. Pero no puedo ser mal agradecida y dejar pasar esta oportunidad sin agradecer a la consejeros regionales, al alcalde Omar Sabat y a los concejales, quienes nos apoyaron una vez más en los recursos solicitados. También creo que nos falta más apoyo de la Universidad Austral, es contradictorio de repente ver que la universidad le entregue recursos a otras instituciones deportivas y que no valorice el trabajo que realizamos durante el año en la Escuela de Fútbol y el Mundialito. Y en relación al mundo privado, son muy pocas las empresas que nos apoyan, pero creo que en general Valdivia tiene esa debilidad, que los empresarios locales no apoyan el deporte.
Escuela de Fútbol
¿Cómo es convivir en una directiva rodeada de hombres?
-Yo creo que ha sido entretenido, pero depende de uno. En realidad siempre tú sientes el machismo, porque el fútbol socialmente aún se percibe como solo para hombres, pero con la pasión, el entusiasmo y dedicación que uno adquiere al ser dirigente, el género pasa a segundo plano, por lo menos para mí.
Yo creo que uno como mujer debe valorizar lo que uno sabe y puede entregar sin dejar que nadie ni nada te diga lo contrario. Creo que hemos logrado tener un lindo grupo de trabajo, con Manuel Monrroy (presidente), Luis Barrera (tesorero), Idolio Ortiz (relacionador público) y Pablo Barría (jefe técnico), cada uno en sus roles.
¿Se sigue proyectando en la escuela de fútbol?
-Todos los años renuncio, pero llego en marzo y se me olvida al ver a los niños y ver la generación que se va y a las nuevas que llegan, es difícil dejar esto, a mí me motiva ver a los niños como crecen, como aprenden y el cariño que ellos te brindan es algo que llena, ver cómo han pasado varias generaciones y ser tía de tanto niños, ser parte de sus vidas y de su familia he tenido la suerte de estar en licenciaturas y en cumpleaños. Además como institución hemos crecido bastante en todo sentido, esas cosas y mucho más, hacen que tu no quieras dejar la institución.