Oscar Gallardo Ríos
Por decisión de su familia, los restos de la joven bogadora Irina Catalina Marín Tello (16 años), quien falleció este sábado mientras practicaba remo, serán esparcidos en el río dentro los próximos días, una vez que se concrete su cremación.
Así fue informado ayer por su madre, Claudia Tello, quien junto a la abuela de la niña, Edilia Aros, recordaron la alegría con que la joven vivía cada momento y cómo se introdujo en este deporte, que era su gran pasión.
Irina nació el 4 de septiembre de 2002 en Valdivia. Completó su enseñanza básica entré el Colegio Laico y el Colegio Aliwén y luego cursó primero medio en el Instituto Superior de Administración y Turismo (Insat). Hace tres meses se trasladó junto a su madre y abuela a vivir a Los Lagos. También en conjunto decidieron, que cursaría exámenes libres para facilitar sus entrenamientos.
Su madre la describió como "alegre y extrovertida. Siempre sorprendía con cosas, porque le surgían ideas y las ejecutaba. También le gustaba mucho pintar, hacía mandalas y todos los años participaba sin falta en el concurso Valdivia y su Río". Mientras que su abuela aseguró que "era una mujer hermosa. Una persona especial, diferente y muy espontánea".
Su pasión: el remo
Edilia Aros recuerda que "mi hijo iba al Phoenix a practicar tenis y nosotras íbamos con Irina a buscarlo cuando terminaba la clase. Un día se acercó Jorge Reyes, que en ese momento era entrenador de remo del Phoenix y me dijo que ella (Irina) tenía buena estatura para practicar remo. Le preguntó si quería probar la disciplina y ella aceptó. Se suponía que iba a entrenar tres veces a la semana, pero de inmediato nos preguntaron si ella podía ir todos los días y así empezó, desde los 11 años. Durante un período entrenaba a las seis de la mañana, luego se iba al colegio y cuando salía, iba a entrenar de nuevo".
"Ella era feliz en el remo. Lo que más le gustaba era el agua y estar en el río. Era feliz en el río. No le gustaba que la mandaran al gimnasio, ni a correr, porque el río era su pasión", agregó su abuela.
En tanto que Claudia Tello recordó que "estuvo en el Phoenix tres años, el 2018 en Regatas Valdivia y desde este año en el Arturo Prat. Hace dos años Jorge Reyes que era su entrenador se cambió de club y ella quiso seguirlo. Cuando quisimos dar el salto al Prat, no había cupos y una amiga la invitó a Regatas. A fin de año se abrió un cupo en el Arturo Prat e ingresó".
Su abuela agregó que "por alguna razón ella se tenía que ir, en algún lugar que desconocemos ella tiene que estar y agradezco que el río no se la haya llevado y la hayan podido rescatar. Habría sido terrible un proceso de búsqueda".
"Tenía autorización para remar"
La madre de Irina, Claudia Tello, confirmó que la joven "tenía epilepsia, pero estaba siendo tratada y el neurólogo del Hospital Base la autorizó a remar. Estaba siempre en controles, tuvo uno en el verano y estábamos esperando que nos llamen para otro. Estaba controlada con un medicamento y el club estaba al tanto". Edilia Aros, abuela de la niña, aseguró que no existe molestia con el club por el accidente y expresó que "estamos agradecidas, porque todos los clubes han sido muy generosos. A ella le hubiese gustado esto. Sólo queremos que ella esté tranquila y feliz".