Jornada laboral
El proyecto de ley de reducción de la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales -impulsado por la Diputada Camila Vallejo (PC)- recientemente aprobado en general por la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, ha generado reacciones encontradas con respecto a los efectos que esta iniciativa tendría para la economía de nuestro país.
En este contexto, se presenta, por una parte, un escenario catastrófico marcado por los despidos, la disminución de las contrataciones y el cierre de empresas producto del aumento del costo laboral que implicaría la implementación de esta medida, siendo las PYMES las más afectadas.
Junto con lo anterior, esta iniciativa se plantea como un escenario incierto en tanto no se sabe si la disminución de la jornada efectivamente se traducirá en un aumento de la productividad, señalando que ésta no sólo depende del número de horas que se trabaja y del bienestar de los/as trabajadores/as, sino que también de otros factores como son la formación y las características de las empresas, entre otros.
Sin embargo, a pesar de los argumentos que se presentan, resulta innegable que Chile es uno de los países con jornadas más extensas de la OCDE y con un porcentaje cada vez mayor de enfermedades profesionales producto del estrés. En este contexto, es irrefutable que el proyecto de ley efectivamente significaría un impacto positivo en la calidad de vida de los/as trabajadores/as de nuestro país, en tanto se plantea una reducción de la jornada de trabajo sin disminución del sueldo, lo que implica asegurar el derecho a tener un mayor número de horas disponibles para el descanso y recreación, sin que esto quede supeditado al arbitrio de los empleadores y que los costos sean finalmente traspasados a los/as trabajadores/as.
Claudia Cerda Becker Docente Escuela de Psicología UACh
Jornada laboral II
Los cambios en materias laborales generalmente son bien duraderos, bien irreversibles, por lo que, si nos equivocamos en esto, podemos cometer errores muy profundos.
El Gobierno propuso un máximo de 180 horas por mes. Eso equivale a 2.160 horas al año. El año tiene 52 semanas. Si divides 2.169 por las 52 nos da un resultado de 41.5 horas por semana. Es decir, una hora más que el proyecto del PC, el cual, recoge de mejor manera las recomendaciones internacionales sobre cómo modernizar el Código del Trabajo y permite que esos dos objetivos que son el descanso y el trabajo y los empleos de calidad se compatibilicen de buena manera.
Si hacemos leyes que tengan un buen titular, pero redunden en un mayor desempleo, el problema va a ser gigantesco. No nos dejemos engañar por las promesas. La propuesta de flexibilidad laboral del Gobierno permitirá que trabajemos menos horas por semana y, además que dispongamos de nuestro tiempo.
Juan Francisco Rosales j.franciscorosalest@gmail.com
Emprendedores
Si bien es cierto en nuestro país se ha avanzado en la dirección correcta en la promoción, soporte y desarrollo de las etapas tempranas de nuevos emprendimientos, gracias a la contribución hecha por el mundo público, privado y las políticas públicas, falta mucho para consolidarnos como un ecosistema emprendedor, en el que existan redes de inversores Business Angeles (BA) o Venture Capitalist (VC), que apuesten por potenciar el crecimiento de los emprendimientos, invirtiendo altas sumas de dinero en una mayor cantidad de ellos.
En Chile, existen limitadas posibilidades de acceder a fuentes de financiamiento "para escalar" los negocios. En este aspecto, se debe avanzar en concientizar una mentalidad de inversionista pro emprendedores, a través de este tipo de instrumentos -alejado del modelo tradicional de inversión de renta fija, variable, propiedades y activos fijos-, para que sumen a sus carteras de inversión proyectos de emprendimientos más riesgosos, de alta incertidumbre, y con alto potencial de crecimiento. Si así se hiciera, se terminaría beneficiando no solo a estas empresas, sino que a la economía en general.
Christian Cancino, académico Fac. Economía y Negocios U. de Chile
Mujer y trabajo
En un año hemos visto cambios significativos en la inclusión de la mujer en el mundo laboral. El desafío sigue siendo gigante y urge levantar barreras a las oportunidades de trabajo remunerado que enfrentan las mujeres.
Desde 2018 a la fecha, la participación laboral femenina sube 0,4 puntos, con 100 mil nuevos empleos ocupados por mujeres. Año a año, las mujeres estamos más dispuestas a trabajar y existen mayores posibilidades de que se fomenten mejores condiciones para el trabajo de la mujer como: el proyecto de lactancia materna, trabajo a distancia, sala cuna universal que se tramitan y las gestiones para avanzar hacia una mayor incorporación de mujeres a los directorios de empresas.
Las mujeres hemos entrado con más fuerza, solo falta crear las condiciones necesarias para que el futuro sea un más prometedor, sólo falta que los parlamentarios nos apoyen en estos cambios y aprueben reformas tan fundamentales como estas. Gracias a ello, miles de mujeres podrán tener sus propios ingresos, pero sobre todo sentirán y tendrán la libertad de tomar sus propias decisiones.
Renata García renatagarciad82@gmail.com