Actividades para fomentar lectura
La Feria del Libro de la USS es un espacio consolidado que permite vincular al público con autores y publicaciones. En nuestro país no se conjugan factores favorables a la lectura y mediciones como el Simce indican que niños y niñas no siempre entienden lo que leen.
La charla realizada ayer con el profesor José Maza en el Coliseo reunió a más de 4 mil personas y fue una actividad exitosa desde la perspectiva de la convocatoria y el desarrollo del evento; pero también marcó con un hito importante el inicio de la VII Feria del Libro organizada por la Universidad San Sebastián sede Valdivia (ver información páginas 2-3).
La muestra se extenderá hasta mañana y reunirá a importantes editoriales y escritores invitados, además de ofrecer una serie de actividades que buscan cultivar el interés por la lectura.
Esa meta es importante, sobre todo si la asume una casa de estudios superiores, pues leer y comprender lo que se lee es una de las principales herramientas para el aprendizaje y para alcanzar un buen rendimiento escolar y académico.
La práctica en esta materia resulta fundamental y eso implica varios factores: facilitar contacto con lecturas en diferentes formatos, sembrar el gusto, no poner limitaciones en las temáticas y asociarlas con la alegría de abrir puertas hacia nuevas formas de conocimiento.
Lamentablemente, en nuestro país no siempre se conjugan esos factores y mediciones como el Simce indican que los niños, niñas y jóvenes leen poco y con nivel de comprensión baja.
En Los Ríos en cuarto año básico, por ejemplo, el promedio alcanzado en esa medición es de 270 puntos, pero en los niveles socioeconómicos bajos llega a 261 y en los más altos a 302. La misma medición para octavo año básico marca 244 puntos promedio y presenta una brecha similar: 227 puntos para sectores bajos y 278 para los más altos. En segundo medio, la distancia se hace aún mayor, con 239 puntos para los sectores más bajos y 299 para los más altos. Es decir, los alumnos que pertenecen a familias de mayores ingresos, parecen comprender más lo que leen, lo cual ahonda desigualdades.
Al observar esos índices, claramente se desprenden desafíos vinculados con la difusión, el acceso a los libros y el fomento lector.
Una Feria del Libro, sin dudas, contribuye en tal dirección, porque convierte el hábito de la lectura en protagonista de una fiesta entretenida y ahí está el mérito de realizarla.