"El encuentro valdiviano es uno de los más importantes a nivel nacional"
Trayectoria La docente recibió un reconocimiento por su trabajo en la consolidación del evento en la capital regional.
Con el reciente reconocimiento por su trabajo en el nacimiento y consolidación del Encuentro de Música Chilena Contemporánea del Conservatorio de Música de la Universidad Austral de Chile, la docente y pianista Ximena Cabello dice estar feliz y orgullosa del reconocimiento. Más allá del logro personal, lo toma como un estímulo que debe ayudar a seguir proyectando el evento, que considera como uno de los más importantes del país.
Ximena nació en Santiago. Su padre era médico y su madre fue fundadora de la Escuela de Educadoras de Párvulos en la Universidad de Chile. Sus cursos básicos y medios los realizó en el Liceo Experimental Manuel de Salas. Paralelamente estudió piano. Primero de forma particular, luego ingresó al Conservatorio de Ñuñoa y finalmente entró, a los 11 años, al Conservatorio Nacional de la Universidad de Chile, donde concluyó sus estudios, obteniendo el grado de Licenciada en Interpretación Superior con mención en Piano.
Llegó a Valdivia en la década de los 80 para trabajar como profesora del Conservatorio de Música de la Universidad Austral de Chile. Actualmente sigue realizando docencia en los niveles básico, medio y superior, como también la interpretación pianística en conciertos y charlas-conciertos.
Ha participado en los cursos de perfeccionamientos de piano con el profesor Arnaldo Tapia Caballero, curso "Música Contemporánea para Piano" y en el seminario de perfeccionamiento "Metodología de la Enseñanza en Piano", con el profesor Rudolf Kiefer, en Koblenz, Alemania. También participó en el curso de "Metodología Grupal del Piano", con el profesor Peter Heibut, en Altenkirchen, Alemania. En Chile participó en el curso de Interpretación y Metodología Pianística, de los profesores Bernd Zack, Irmelin Jätkowski, entre otros.
Alegría
Usted recibió un reconocimiento en la última versión del Encuentro de Música Chilena Contemporánea ¿Qué sensación le dejó ese momento?
-Fue una gran alegría, pero lo importante es que el encuentro sigue vigente. El reconocimiento vino de parte de los organizadores en el Conservatorio de Música de la Universidad Austral de Chile. Estoy muy contenta que se haya realizado la versión número 16, pues es una iniciativa que ha perdurado en el tiempo.
¿Se ha consolidado como referente en el sur de Chile?
--Absolutamente. Es más, es uno de los eventos más importantes del país. Quiero destacar que el encuentro también es una idea mi compañero de vida, el ex director del conservatorio, Héctor Escobar. Ambos sentimos mucho interés por interpretar música de los compositores de nuestra época, especialmente de autoría chilena. Nos gusta mucho. Ambos estábamos convencidos del valor y la importancia que tenía la música de los compositores contemporáneos, especialmente de nuestro país.
Por esa razón, participé en un primer evento de este tipo que se hizo en Temuco (1995) con compositores invitados. Asistí como intérprete. Le conté a Héctor y ambos nos entusiasmamos en hacer algo parecido en Valdivia. Lo plateamos en el claustro de profesores del conservatorio y ellos estuvieron de acuerdo.
Se materializó gracias a la participación y cooperación de compositores de Santiago. Desarrollamos las primeras versiones gracias a la coordinación con la Asociación Nacional de Compositores de Chile y el Consejo de la Música. Recibíamos proposiciones de obras que se podían interpretar en Valdivia. Nos pareció muy importante que ellos vinieran y que el público local los conociera y pudieran explicar sus obras y presenciar su interpretación. En este punto, hay que destacar el apoyo de los alumnos y profesores del conservatorio, pues fueron y siguen siendo los principales intérpretes. En un comienzo los recursos eran escasos y no teníamos dinero para traer intérpretes invitados. Los compositores vinieron por el pasaje y estadía.
En este ámbito, quiero destacar los tremendos compositores que ha estado presentes en el encuentro, como Fernando García, Santiago Vera, Gabriel Matthey, Rolando Cori, Celso Garrido, Carlos Zamora, Sebastián Errázuriz, entre otros. En definitiva, a lo largo de estos años hemos tenido una paleta muy grande de diversas corrientes de composición de música docta, tanto en la línea acústica como electrónica.
El año 2003 la Academia Chilena de Bellas Artes otorgó un premio al Conservatorio de Música por su labor cultural, especialmente a través de la realización del encuentro. ¿Que recuerdos le trae ese reconocimiento?
-Nos alegramos muchísimo, pues fue una recompensa muy hermosa al trabajo de todos en el conservatorio. Hay iniciativas que surgen, como la de Temuco, pero desaparecen en el tiempo. Siento que el conservatorio ha iniciado un movimiento de difusión de la música de los compositores nacionales y también universales. Este evento se transformó en un espacio en el cual la música que era esperada y valorada. La creación nacional en Valdivia ya no era algo extraño y lejano. Recuerdo que siempre muchas personas me preguntaban ¿cuándo se realizará el encuentro? ¿Qué van hacer este año? Siempre pasó y debo decir que sigue pasando.
El encuentro de este año fue muy interesante y debo hacer mención que hace tres años esta actividad está siendo coordinada por los profesores Juan Carlos Soto y Bárbara Undurraga. En la versión número 16 se estrenaron dos grandes obras de los compositores Fernando García y Santiago Vera, para piano y cuerdas, respectivamente. Realmente fueron extraordinarios, con un lenguaje nuevo y buscando sonoridades nuevas. En este sentido, recuerdo que con Héctor en una interpretación en el encuentro ocupamos medios que parecían chocantes. Héctor hacia unos zumbidos que parecían moscas en un violonchelo. Yo hacia cluster, es decir, efectuaba palmetazos al techado del piano lo cual producía en efecto de una mosca, por ejemplo. En definitiva, hemos dado la oportunidad que las personas descubran lenguajes renovados, compositores espléndidos que pueden organizar y estructurar una obra de manera genial. Por eso, me siento feliz ya que en fondo este encuentro ha ayudado a difundir y hacer valorar nuestra música.
¿Cómo evalúa el apoyo gubernamental al encuentro?
-Creo que un evento tan interesante como éste, que se realiza año a año con gran éxito y acogida del público, merece poder contar un financiamiento estable que asegure su permanencia en el tiempo. Es el único evento dedicado a la difusión de la música chilena y contemporánea que se realiza en el sur de Chile y uno de los pocos a nivel nacional.
Con una larga trayectoria como docente en el conservatorio ¿Cuál es la evolución que hace de su trabajo?
-Más que una evaluación, me siento feliz. Agradezco tanto a la Universidad Austral de Chile la oportunidad que me dio de desarrollarme académicamente. También estoy agradecida del Conservatorio de Música.
Además, también quiero agradecer a la Austral por el apoyo que siempre ha brindado a la realización de los encuentros. En sus primeros años recibió un especial impulso de parte del rector Manfred Max-Neef, quien, además, había estudiado composición con Fré Focke y presentó obras propias en dos conciertos.
Como docente ha participado en la formación de las destacadas pianistas Mahani Teave y Carla Sandoval. ¿Qué otros pianistas a formado?
-En primer lugar debo decir que todos los intérpretes que formé están dedicados a la música. Eso me hace muy feliz. Recuerdo a Dafne Israel, quien está en Santiago y se perfeccionó en París; las actuales docentes del conservatorio Eva Muñoz y Valeska Biskupovic. La primera se perfeccionó en Suiza. También está Marco Antonio Cuevas, quien actualmente está en Estados Unidos estudiando un master; Sergio Leiva, que ahora continúa como director de orquesta; Macarena Zambrano, que está estudiando en Australia y Jacob Fuentealba, que trabaja en la Universidad de Los Lagos sede Puerto Montt.