Piden 18 años de cárcel para líder de banda de traficantes
Juan Vargas Oñate
El Ministerio Público y el Consejo de Defensa del Estado piden 18 años de cárcel para Orlando del Tránsito Guzmán Avila (56 años), quien aparece como el líder de una banda de traficantes que dirigía desde el complejo penitenciario de Llancahue.
Ayer comenzó el juicio oral en su contra, al cual comparecen también acusadas por tráfico de drogas, otras seis personas -en su mayoría con residencia en Santiago- entre ellas dos mujeres: Celmira Guzmán Avila (57), su hermana; y Yaniere Suárez Montoro (28).
En los alegatos de clausura ante el tribunal integrado por los jueces Germán Olmedo (que lo preside), Soledad Piñeiro y Cecilia Samur, el fiscal Sergio Fuentes y el abogado del Consejo de Defensa del Estado, Daniel Medina, solicitaron para el líder de la banda 15 años y un día de prisión por el delito de tráfico de drogas y otros 3 por el delito de soborno a funcionarios de Gendarmería.
Para el resto de los imputados, Rodolfo Guzmán Avila (54) -hermano de Orlando del Tránsito- las partes acusadora y querellante piden 15 años de cárcel.
Para Celmira Guzmán Avila piden 10 años por el delito de tráfico y otros tres por soborno a los gendarmes. Y para Yanniere Suárez, 10 años.
Otro de los imputados que podría recibir una alta condena es Gerson Carrillo Carreño (37), con domicilio en Valdivia, para quien piden 15 años y el pago de una multa de 40 UTM por el delito de tráfico, además de 541 días por tenencia ilegal de arma de fuego, al encontrar la PDI en su casa en Picarte 3000 una escopeta que estaba encargada por robo desde 2009, en San José de la Mariquina. Se suman otros 300 días por el delito de receptación.
Para Jovanny Contreras Villa (26), quien estaba recluido en el mismo módulo 54 con el líder, piden 15 años y el pago de una multa de 40 UTM. Y para Pedro Mella Carrasco (31), con domicilio en Las Ánimas, 5 años y un día.
El fiscal Fuentes y el abogado Medina se refirieron a los siete imputados como integrantes de una "organización estructurada" que contaba con un "brazo operativo" y era dirigida desde el interior de la cárcel valdiviana. Todos cumplían un rol diferente, entre la adquisición de la droga (más de 2 kilos de cocaína), financiamiento (alrededor de tres millones de pesos), y su transporte desde Santiago a Valdivia , donde era acopiada en una casa.
Y, también, el soborno a dos funcionarios de Gendarmería (un cabo y un sargento) que entonces cumplían labores en puestos claves dentro del complejo penitenciario y que a cambio de dinero y buenos vinos, permitieron y facilitaron el ingreso al recinto de teléfonos celulares, comidas especiales y otros beneficios de especies prohibidas por Gendarmería, que otorgaron a Orlando del Tránsito Guzmán "prestigio y poder" dentro del recinto carcelario.
Los abogados Christian Otárola y Mauricio Obreque, a cargo de la defensa de los imputados junto a otros profesionales, señalaron al tribunal en sus alegatos que los cargos contra sus representados y el caso mismos era "algo inflado" y en el cual habría "información errada" e incluso "deficiencia en la investigación de la PDI".
Según los defensores, estas afirmaciones las probarán en el desarrollo del juicio que continúa hoy en el Tribunal Oral en lo Penal de Valdivia.
" Guzmán eligió gente de confianza y experiencia, que garantizara la operación que dirigía desde la cárcel".
Sergio Fuentes Paredes
Fiscal investigador
El abogado del Consejo de Defensa del Estado en Valdivia, Daniel Medina, señaló que es parte en la causa, porque de acuerdo a los antecedentes recabados en la investigación, "la probidad y la seguridad del complejo penitenciario estuvieron en riesgo, al ser sobornados por cohecho dos gendarmes, que son funcionarios públicos, cuya intervención en los hechos fue dolosa" y porque además del delito mismo de tráfico de droga, hay tenencia de un arma de fuego robada.