Pablo Santiesteban Soto
Su total apoyo a la representación que entregó los argumentos de Chile ante el Tribunal de La Haya dio el docente de la Universidad Austral y ex canciller, Juan Gabriel Valdés. El ex ministro de los dos últimos gobiernos de la Concertación precisó que el fallo no puede verse como negativo por la ciudadanía chilena porque, en lo concreto, de los tres planteamientos que presentó Perú, la Corte Internacional dio la razón a Chile en dos y parcialmente en el tercero.
Valdés recalcó que la Corte de La Haya reconoció el hito 1 del límite de ambos países y que la delimitación marítima que se basa en dicho paralelo hasta las 80 millas no implica un desconocimiento a la soberanía de Chile, sino que el derecho a uso de la Zona Económica Exclusiva, por lo tanto, pueden transitar aviones comerciales chilenos o embarcaciones con el debido permiso del Estado peruano.
Valdés explicó que "aquí hay una transferencia de derechos económicos de un país a otro, en un espacio de sólo 20 mil kms." y añadió que "en la Zona Económica Exclusiva hay libertad de tránsito de aviones, de tránsito pesquero y libertad comercial y lo único que no puede hacerse es pescar sin la autorización del país que ha recibido ese derecho económico".
El ex canciller puntualizó que en primer lugar, la Corte confirmó que existe un límite marítimo, contrario a lo que se sostenía en Perú, lo cual ya es un triunfo para Chile; en segundo lugar le contesta a Perú que el límite marítimo es el paralelo que pasa por el Hito 1 y que "en materia territorial ha sido plenamente confirmado".
En el último punto, Perú solicitó un triángulo externo que era para Chile en altamar y la Corte le contestó que no tiene atribuciones para fallar sobre eso y le sugiere al gobierno peruano que revise su legislación marítima actual, que debe adherir a la Convención del Mar de la ONU de 1982 y, en ese cuadro, le concedió al gobierno de Lima sólo un punto que tiene que ver con que el límite marítimo no se encuentra fundamentado en 200 millas en los acuerdos peruano-chilenos de 1952 y 1954 y la Corte lo calculó en 80 millas, en base a lo que era la pesca de ambas naciones en los años '50.
Valdés explica que Perú ha conseguido un pedazo de zona marítima exclusiva de Chile, pero que no corresponde a su soberanía, sino que a una zona de derechos pesqueros, derechos de investigación científica y derechos de explotación del fondo marino. "Es una zona de enorme dificultad, por cuanto tiene una cuenca de 7 mil metros de profundidad y en la que la pesca se hace extraordinariamente difícil", precisa y argumenta que ése es un punto como para indicar que el fallo fue favorable a Chile.
Sin embargo, el diplomático admitió que "no me alegra" que se haya traspasado al Perú una zona económica de 20 mil kms."Lo lamentamos y creo que eso debe ser examinado a fondo, por cuanto a primera vista cuesta entender cuáles son las bases en derecho que la Corte usa para una decisión que en principio parece arbitraria, pero naturalmente nosotros hemos decidido acatar el fallo".
Juan Gabriel Valdés dijo que el principal triunfo para ambas naciones es que con el fallo se pone término a todos los debates limítrofes del pasado. "Como dos países modernos y maduros, podemos enfrentar un proceso de integración que se hace imprescindible", señaló.
El ex canciller manifestó que el fallo final fue "lo mejor que podía pasar" y que "nos lleva a un cuadro donde vamos a dejar atrás todas las sospechas, las desconfianzas y pequeñas querellas con el Perú, que nos impiden avanzar en un proceso de integración".
Sobre la demanda de Bolivia, dijo que es un caso distinto al tratado ayer.