Mauricio Mondaca
Con incidentes en las afueras del tribunal y la petición de presidio perpetuo para el único imputado por la muerte del matrimonio Luchsinger-Mackay, el machi Celestino Córdova Tránsito, se inició ayer en el Tribunal Oral en lo Penal de Temuco el juicio por el ataque a la residencia de la familia de agricultores, el 4 de enero de 2013.
El juicio, que se enmarca en la ley antiterrorista, constará de 20 audiencias que se harán en febrero para dilucidar la reponsabilidad o no del acusado de cinco delitos terroristas, siendo la muerte del matrimonio Luchsinger-Mackay el más grave.
El fiscal regional, Cristián Paredes, aseguró que se presentarán 64 testigos, quienes entregarán su testimonio para analizar la responsabilidad de Córdova en los hechos. Uno de ellos será Jorge Andrés Luchsinger Mackay, hijo de los fallecidos, quien recibió la llamada de auxilio de su madre y llegó siete minutos después, sin poder salvarlos de las llamas.
El fiscal pidió contra Córdova la pena de presidio perpetuo calificado, lo que significa que, si es encontrado culpable, deberá pasar al menos 40 años en la cárcel antes de poder optar a algún beneficio, como salidas periódicas o libertad condicional.
Córdova Tránsito fue detenido el día de los hechos cerca de la casa atacada en Vilcún (Región de La Araucanía) con una herida de bala en el tórax, según el fiscal Paredes. De acuerdo a su relato, el machi fue sorprendido a unos mil metros de la casa de Werner Luchsinger Lemp, de 75 años y su esposa Vivian Mackay González, de 69.
También Córdova es acusado de participar en otro incendio de una vivienda rural, perpetrado el 22 de diciembre de 2012 en Vilcún, por el cual la fiscalía pide otros 36 años de cárcel en su contra.
En el juicio, "demostraremos que Werner Luchsinger, en un último acto de defensa repelió el ataque con una pistola marca Browning calibre 7,65, logrando herir al acusado", dijo el fiscal.
Las pruebas, que incluyen varios peritajes balísticos que demostrarían, según el fiscal, que el disparo del arma "es compatible con la herida del acusado", serán presentadas a partir de hoy, con el respaldo de una treintena de peritos.
La fiscalía también presentará el registro de audio de un llamado telefónico que durante el ataque hizo Vivian Mackay al número de emergencia 133.
Durante la audiencia, a la que llegó ataviado con un traje y símbolos ceremoniales, Celestino Córdova se mantuvo en silencio, al igual que ha hecho desde que fue detenido.
El comienzo del juicio se inició tras varios aplazamientos pedidos por la defensa, que es encabezada por el abogado Pablo Ortega y que anunció 24 testigos y peritos para demostrar la inocencia de Celestino Córdova.
Durante la audiencia, personal de Carabineros acordonó el edificio del tribunal, en el centro de Temuco, y a la sala sólo pudieron acceder familiares de las víctimas, del acusado y los equipos jurídicos.
Algunos grupos de comuneros se manifestaron en las inmediaciones, reclamando por la libertad de Córdova, que a su juicio es objeto de un "montaje" del Gobierno y las policías. Los choques dejaron al menos 17 detenidos.
Horas antes del juicio, desconocidos incendiaron un galpón en el que se guardaba maquinaria agrícola en el fundo "Santa Teresa" del sector de Freire, al sur de Temuco, perteneciente al empresario Carlos Heller, principal accionista de Azul Azul, la sociedad que administra el club Universidad de Chile. En el lugar los autores dejaron pintadas con las leyendas "Libertad al machi Celestino Córdova" y "Sin tierra no hay inauguración del aeropuerto", esta última en alusión al nuevo aeropuerto regional, que será abierto próximamente en el sector.
La defensa del comunero, que fue asumida por el abogado Pablo Ortega, afirma que logrará la libertad de Córdova. "Estamos confiados de que la prueba hable y dé la razón a la parte defensora, en el sentido que no se va a lograr acreditar la participación de don Celestino Córdova en los hechos concretos por los cuales está siendo acusado", dijo el profesional. "Creemos también que el tribunal no dará lugar a la petición de los querellantes y acusadores de considerar estos hechos como terroristas", sostuvo Ortega.
En relación al asesinato del matrimonio Luchsinger-Mackay, la Fiscalía invocó la Ley Antiterrorista argumentando que los ataques "tuvieron como finalidad producir temor en la población, tanto por tratarse de hechos coordinados, reiterados, conforme a un plan determinado, como por el carácter, naturaleza y efectos de los medios empleados para la comisión de estos ataques". El acusado informó que hará uso de su derecho a guardar silencio y no declarará en el juicio.