Emprender en nuestro territorio
director nacional Diseño UST
El espacio físico que reconocemos como "territorio" constituye el "nicho ecológico" de los pueblos y constituye el espacio social por excelencia, razón por la cual el asentamiento humano tiende a organizarse y evolucionar para garantizar el progreso de sus habitantes.
Esta evolución supone un paso de lo simple a lo complejo, lo único a lo plural, una tendencia a la asociación inscrita en la lógica de la vida. Esta asociación cumple un papel adaptador que aumenta las posibilidades de crecer y ampliar el conocimiento, y un aprendizaje que permite el despliegue social y económico. Con esta afirmación se determina que el hombre es un ser social. Biológicamente es imposible un ser humano fuera de la sociedad, y donde aprendizaje, costumbres, comportamientos o relaciones llevan al individuo a la vida y al que entendemos como persona en todos sus roles. Cada uno de nosotros posee un modo peculiar y particular de construir, aportar, innovar y vincularse con el medio geográfico, y es ahí que nos organizamos para generar un escenario que conviva con nuestro entorno, siempre respetando las individualidades.
En cada región los rasgos característicos, oportunidades, ideas y distintivos de una cultura y territorio son totalmente identificables, entregando una denominación de origen, influencia y vínculo del medio en el desarrollo de las personas y trascendiendo el espacio físico. Es en este vínculo estrecho donde se superponen los elementos que permitirán generar emprendimientos con la particular sensibilidad de la región de Los Ríos: una Selva Valdiviana que está esperando descubrir, conocer, comprender y atesorar su "geografía onírica", y sin dejar de lado su orden con el paisaje urbano. Por lo tanto, la práctica común, el desarrollo particular y experiencia vivida son rasgos esenciales de respetar e incorporar en nuestros pensamientos, proyectos, emprendimientos y acciones personales.