"El inicio de este proyecto fue complejo, principalmente porque tuvimos que desarrollar varias actividades para lograr el resultado y además porque necesitábamos fondos para poder implementar físicamente las mesas que estábamos diseñando. Esto significó que tuvimos que generar redes y compromisos con instituciones tales como la Reserva Costera Valdiviana de TNC y el Centro Ballena Azul y la Universidad Austral con el Proyecto FIC", manifestó el ejecutor del proyecto, Ricardo Álvarez.

El profesional sostuvo además que este proyecto se dividió en dos etapas: "La primera fue más técnica, con talleres de trabajo del equipo del proyecto en la localidad, recopilando mucha información que posteriormente se tradujo en la elaboración de estas mesas interpretativas y todos los productos asociados a la guía. La segunda, en tanto, se sustentó el fortalecimiento de la relación con las organizaciones sociales, logrando conseguir los fondos que requeríamos para levantar físicamente estos productos".

Para Álvarez, la relación con la Universidad Austral y el Centro Ballena Azul parte principalmente gracias a este fondo FIC para el desarrollo de turismo de intereses especiales, en casi la misma zona de ejecución de este proyecto.

"Las actividades son distintas, porque ellos están enfocados en grandes cetáceos como un producto turístico y para nosotros es relevante como parte de nuestro patrimonio natural, ya que los cetáceos mayores algunas veces se pueden ver en la costa. Por lo tanto los quisimos incluir en los productos, principalmente en las mesas interpretativas, en la página web y en las guías", señaló.

Finalmente, Álvarez agradece también la gran disposición de TNC a través de la Reserva Costera Valdiviana, quienes a su juicio "han sido muy generosos en apoyarnos en todas nuestras iniciativas, principalmente ahora con apoyo logístico. También colocaron recursos para los materiales de las mesas, porque el proyecto Fondart inicialmente no cubría todos los productos".