Luego de la conmemoración del Combate Naval de Iquique, muchos vuelven la mirada hacia el gran potencial que Chile tiene en su extenso litoral. Sin embargo, pasado el 21 de mayo y el Mes del Mar, pocos vuelven a tocar el tema o a preocuparse de asuntos relacionados con el área.

Fomento al consumo de pescados y mariscos, situación de las caletas de pescadores, investigación oceanográfica, prevención de la contaminación, energía mareomotriz, desalinización del agua, planes turísticos integrados en la costa y apoyo para el desarrollo de los puertos, son tópicos raramente abordados a lo largo del año, pero que tienen mucho que ver con el desarrollo de regiones como Los Ríos y del país.

Por lo anterior es que alegraron en la zona algunos de los anuncios realizados por la Presidenta Bachelet en su discurso ante el Congreso Pleno, en el cual habló sobre una revisión de la Ley de Pesca y un apoyo especial para los trabajadores artesanales, área en la cual nuestra región ya se encuentra avanzando a través de la Política Regional de Pesca, uno de los pocos lineamientos de desarrollo territorial aprobados (son 19 y sólo se han terminado tres).

En la misma dirección, resultan interesantes las palabras pronunciadas por el contraalmirante Guillermo Silva en el acto central por las Glorias Navales en Valdivia, quien destacó la labor de investigación desarrollada desde la Universidad Austral y desde el Centro de Estudios Científicos. Además, el oficial invitó a ver el mar como una oportunidad de crecimiento y vínculo internacional, más que como un obstáculo.

Reflexionar al respecto es algo oportuno, sobre todo si la región se encuentra preparando sus planteamientos para la Comisión de Descentralización, en los cuales se debe incluir al puerto de Corral y la apertura de corredores bioceánicos, como elementos necesarios en la proyección económica futura. Tampoco pueden quedar fuera los proyectos de la ruta costera y las medidas que deben tomarse para disminuir las brechas de desigualdad que claramente se aprecian junto al mar, en relación a los valles.

Además, resulta necesario reconocer la vocación marítima-fluvial de nuestra comunidad, rasgo que también marca nuestra identidad cultural.

Como es habitual, el 21 de mayo la Armada rindió un homenaje a los 'Héroes de Iquique y Punta Gruesa'. Celebramos el mes del mar durante el cual, por un lado, valoramos la riqueza de nuestro extenso litoral y por otro, recordamos a quienes combatieron aquel 21 de mayo de 1879 contra en ese entonces nuestro enemigo: el Perú. En actividades tan diversas como actos, concursos, etc. vuelven, a estar entre nosotros aquellos que junto al capitán Arturo Prat demostraron un gran valor perdiendo en dicha gesta, muchos, la vida.

Al recordarlos los elevamos a la calidad de héroes, puesto que realizaron, al enfrentarse tanto al 'Huáscar', en el caso de 'La Esmeralda' como a la 'Independencia' en el caso de la 'Covadonga', 'una hazaña extraordinaria y digna de elogio' olvidando con ello que eran primero: hijos, esposos y padres y que como tales, tenían las preocupaciones propias de cualquiera de nosotros.

El 11 de mayo, Arturo Prat le escribió una carta a su esposa Carmela Carvajal, cuando le restaban sólo un par de días de vida y evidentemente, de ninguna manera imaginaba lo que el destino le tenía preparado en su calidad de capitán de la Esmeralda. La carta evidencia a un Prat que por un lado se muestra como un esposo y padre muy cariñoso, preocupado además, de los temas muy cotidianos, por otros miembros de su familia. A Prat lo guiaba una convicción: 'Dios nos guía, y lo que ocurre siempre es lo mejor que puede pasar'

Tras el combate surgió un fervor nacional, había que aniquilar al 'Ogro' el que tenía nombre 'Huáscar' y un comandante: Miguel Grau quien, al igual que nuestro capitán debía cumplir una misión más allá de sus intereses personales. Grau al igual que Prat era esposo y padre. En 1879, nueve niños vieron partir a su padre en un viaje sin retorno: Enrique, Miguel, Juan Manuel, Ricardo, María Luisa, Carlos, Rafael, Victoria, Elena.

Sin lugar a dudas que objetos de gran valor y que podrían haber sido usados como botín de guerra y expuestos para humillar al entonces, vencido. No obstante como el caballero que era, no dudó en devolverlos a quien era sin lugar a dudas su legítima dueña.

Por lo tanto, este 21 de mayo no sólo recordemos a nuestro héroes sino a todos quienes ese día y durante el desarrollo de la guerra debieron dejar de lado a los suyos para defender lo que cada Estado consideraba suyo. Todos ellos hombres y también algunas mujeres que se entregaron sin cuestionar lo que cada uno de ellos perdía en forma personal he ahí, los grandes héroes sobre los que debemos construir nuestra sociedad.