Congestión en Isla Teja
Aunque el tema se toca con mucha delicadeza para evitar situaciones que más tarde podrían ser utilizadas en contra de quien se atreva a dar una fecha probable, la inauguración del puente Cau Cau se acerca inexorablemente y más temprano que tarde habrá corte de cinta y puesta en marcha de una de las obras más aguardadas por la comunidad regional.
Los percances que han acompañado la construcción de la estructura aconsejan tener cautela antes de atreverse a formular algún anuncio al respecto, pero lo cierto es que va a llegar, para felicidad de los usuarios y para orgullo de la comunidad que va a contar con un punto de características únicas en el país.
De hecho, ya están en servicio varios componentes del entorno que se integrarán como parte del complejo, es decir, calles de acceso y salida del puente, señales de tránsito y lo necesario para que la llegada del cruce entre Las Ánimas e Isla Teja se produzca en condiciones acorde con el monto de la inversión realizada.
Sin embargo, hay razones para pensar que junto con los beneficios que va a aportar la vía levadiza van a caer algunos problemas, si es que no se completa la construcción y habilitación de todo el sistema callejero para dar a Valdivia lo que necesita en un sector cada vez más importante y utilizado.
Por ejemplo, ya es posible observar que la avenida Los Robles se ve saturada con creciente frecuencia y que en su encuentro con las vías que apuntan hacia el Cau Cau y hacia la costa hace falta algo más adecuado que una rotonda diseñada cuando el tráfico era mucho menor.
Y sobre todo hace falta que se tome una decisión acerca de la alternativa o complemento para el puente Pedro de Valdivia, cuya situación ya está convertida en un dolor de cabeza cada vez mayor para quienes lo utilizan y que seguramente se va a ver severamente agravada cuando el levadizo ofrezca aún más interés por transitar por el área y el número de vehículos crezca de manera sin considerable, pero con poca respuesta en infraestructura.