Feria del Libro, espacio para sentirnos vivos
Leer es un hábito complejo. El impuesto al libro, el acceso a librerías y bibliotecas, el acceso a bibliografía actualizada en las provincias, todo ello se funde en una serie de acontecimientos que finalmente, alejan a las nuevas generaciones de los libros. Escribir es un hábito todavía peor. George Orwell decía que escribir un libro es una terrible, agotadora lucha, como un pesado combate contra algunas enfermedades dolorosas. Efectivamente, coincido con el británico al identificar la escritura y publicación como una lucha contra gigantes, en la que la utopía comunicativa, se traduce en un largo y azaroso camino lleno de dificultades, con el objetivo de alcanzar la preciada publicación de un poema, un ensayo, una novela, que consideramos que debe ser apreciada por el público, pero para la cual están cerradas las grandes vía por las cuales transitan las palabras en nuestro país.
Desde esa perspectiva, destaco la iniciativa de la Feria del Libro de la Universidad San Sebastián, que acoge a la literatura local, como un espacio en familia para ceder la palabra, en igualdad de condiciones, a los consagrados, a través de editoriales que enrolan en sus colecciones autores de renombre. Pero también autores que inician su camino en literatura, el ensayo o la investigación. Generando un espacio para la visibilidad de escritores locales y afines al oficio, que aspiran un lugar en el arte de expresar. Abriendo sus puertas también para quienes quieren acceder a la aventura de leer.
La iniciativa nace de la inquietud académica, de invitar al público no académico, a un espacio en donde compartir historias, escuchar anécdotas, apreciar un libro, soñar y crear mundos imaginarios, es parte determinante del estar vivos.
Circula por las redes un poema que dice 'Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no escucha música, quien no halla encanto en sí mismo (…) Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar.'. A pesar de que en muchos medio se atribuyen estas palabras a Neruda, es en realidad parte del mundo literario de la brasilera Martha Medeiro.
Me apropio de sus palabras e invito a no dejarse morir y apropiarnos de los espacios culturales que la comunidad nos ofrece como suaves cuotas que nos permiten el simple hecho de sentirnos vivos, de respirar, de comunicarnos, a través de un libro.