Una milagrosa salvada tuvo ayer el pescador artesanal Benito Vidal Yáñez, de 36 años, quien cayó al agua como consecuencia de una violenta colisión entre la lancha que dirigía y la barcaza Cullamó, frente al muelle de pasajeros de Niebla.
El inusual accidente ocurrió pasadas las 10 de la mañana cuando Vidal probaba su nueva embarcación pesquera a motor, 'Trinidad', de 9 metros de eslora (largo), en las inmediaciones de la rampa de zarpe de la barcaza.
Producto del impacto, el pescador artesanal perdió el equilibrio y cayó al río, hundiéndose junto a la lancha y permaneciendo sin salir a flote por espacio de tres minutos, según su angustiado relato, después que fue rescatado por los tripulantes de la Cullamó.
La barcaza, de propiedad del Ministerio de Obras Públicas y que administrada por la empresa Somarco, tras el incidente continuó su jornada normal de traslados desde y hacia Corral.
'Andaba con las botas y un traje de goma, además de ropa gruesa, así que rápidamente me fui al fondo. Sin embargo, creo que fue un milagro, porque no sé cómo las botas se me salieron solas, lo que me permitió flotar y ser rescatado por la Cullamó, lo que agradezco y reconozco, porque soy muy creyente en Dios', dijo Benito Vidal, puntualizando que su nueva embarcación y herramienta de trabajo estaba recién construida y que la probaba con su motor que no tiene retroceso. 'Ni siquiera tiene matrícula, pero está en tramitación ante la autoridad marítima', apuntó.
'Lamentablemente -agregó-, no escuché los tres bocinazos o pitazos que debe tocar la barcaza al zarpar desde la rampa y sólo la ví cuando la tenía encima. No sé si tocó o no. Lo único que sé, es que estoy vivo gracias a Dios. Él me salvó porque no sufrí ningún rasguño y terminé apenas con hipotermia. Es como un milagro', señaló el pescador.
CHEQUEO MÉDICO
Una vez rescatado del agua, Vidal fue atendido por personal del SAMU que lo trasladó en ambulancia hasta el Hospital Regional , donde fue chequeado médicamente y posteriormente dado de alta.
Ahí se informó que hace 15 años que es pescador junto a otros tres hermanos estando especializados en la captura de sardina. 'Tengo todos mis papeles como pescador artesanal en orden. Y he pasado también otros momentos de riesgo en el mar, pero Dios siempre ha estado conmigo', dijo el pescador quien vive actualmente en el sector de Tres Pinos, en Niebla, junto a su esposa y dos hijos, quienes también ayer agradecían a Dios porque el accidente no haya tenido peores consecuencias que lamentar.