Una interesante iniciativa se encuentra llevando adelante el gobierno regional, al invitar a niños y niñas de enseñanza básica, para que conozcan el trabajo de la intendencia y las autoridades de Los Ríos. El plan busca apoyar la formación cívica de los estudiantes, pero con un conocimiento directo y con la oportunidad de preguntar e interactuar con las personas que toman las decisiones a nivel local.

La idea es apoyada por el intendente Egon Montecinos y por la seremi de Educación Erna Guerra, con el objetivo de contribuir en la formación de las nuevas generaciones como ciudadanos comprometidos con su comunidad, área en la cual lamentablemente existen notorias falencias educacionales formales.

Escolares de Las Ánimas y de la Escuela Alemania de Valdivia han participado del plan y la idea es que muchos otros tengan la oportunidad de sumarse a este Programa Regional de Formación Ciudadana, a través del cual se vincula la teoría de las clases de Historia y Ciencias Sociales, con la práctica aplicada en su propia ciudad.

Sin duda que esta idea sencilla y muy práctica es un acierto, sobre todo en una región como la nuestra, que tiene la semilla de la participación y el compromiso comunitario en su génesis, pero que debe trabajar para inculcarlo y no perderlo, como parte de su identidad. Por eso la inquietud educativa surgió como sugerencia en los Consejos Territoriales realizados en el marco del trabajo por la Región Modelo y se ha implementado rápidamente.

Es de esperar que el programa se replique en ambas gobernaciones y en las municipalidades, de modo que los escolares de todas las comunas puedan interactuar con gobernadores, alcaldes y concejales; que eventualmente pudieran también asistir a sesiones del Consejo Regional, para que conocieran las funciones de cada personero y la importancia que ellos tienen para la marcha democrática de un país.

La participación juvenil en los esquemas tradicionales de la vida pública ha disminuido por una gran cuota de desconfianza en las instituciones. Por lo mismo, resulta muy importante realizar estas y otras acciones para restablecer vínculos y renovar compromisos.

Resulta por estos días casi anacrónico referirse a las monarquías; sin embargo, hoy, las llamadas 'constitucionales' cumplen a cabalidad el rol de las democracias, incluso mejor que en muchas repúblicas.

En los siglos XIX y XX, desaparecieron casi todas las monarquías. Por ejemplo el último rey de Egipto, Farouk, decía a su derrocamiento : 'Van a quedar en el mundo cinco reyes, el de Inglaterra y los cuatro del naipe'.

Respecto de Valdivia, nosotros fuimos súbditos del Rey de España por 276 años, y en ese período de tiempo, tuvimos la mayoría de él, dependencia del Virreinato del Perú. No resulta extraño entonces, que el II Marqués de Mancera, afirmara que Valdivia tiene 'hechura de virreyes'.

Además el Conquistador de Chile, legó a la ciudad su nombre y fueron los españoles quienes transformaron la bahía de Corral en la llave del Pacífico.

Cuando era presidente del Senado, Don Gabriel Valdés Subercaseaux, invitó a los reyes de España a Valdivia. El recibimiento de los valdivianos para el Rey Don Juan Carlos y la Reina Sofía fue muy entusiasta, acompañado de un día hermoso.

Relataba Don Gabriel, que mientras navegaban a Corral, les comentaba: 'Miren sus majestades, aquí tenemos la isla Sofía y un poco más allá tenemos la Isla del Rey, lo que a éstos les causó mucho divertimiento'.

Valdivia recibió una herencia que ha sido fundamental para su desarrollo, no sólo es el idioma, sino también la organización social y el aporte de ingenieros, intelectuales y religiosos que marcaron la forma del habitante para ' ser valdivianos'.

Heredamos también del propio Emperador Carlos V, tanto el escudo de armas de la ciudad como la bandera que con la cruz de San Andrés, acompaña todavía a Valdivia, desplegándose con donaire en todos los actos oficiales.

El Emperador Carlos V, en cuyos dominios no se ponía el sol, era hijo de Felipe el Hermoso y cito esto a propósito que el Rey que se entroniza en España se llama también Felipe, Felipe VI.

Valdivia no podrá negar nunca que la influencia hispana la tocara para bien.