Argentina confirma denuncia por terrorismo a empresa de EE. UU.
internacional. El Gobierno trasandino ratificó su decisión en contra de la imprenta estadounidense Donnelley para que se le aplique la ley antiterrorista. La compañía de declaró en quiebra.
El Gobierno de Argentina defendió ayer su decisión de denunciar a la filial local de la empresa gráfica estadounidense Donnelley, para que se le aplique la ley antiterrorista. El jueves la Presidenta Cristina Fernández denunció que algunos 'fondos buitre' están detrás de la quiebra 'exprés' de la empresa.
El jefe de Gabinete de Argentina, Jorge Capitanich, dijo ayer en una rueda de prensa que la compañía, que se declaró en quiebra, incurrió en 'una maniobra por lo menos sospechosa en materia de fraude'.
Este jueves, la Presidenta Fernández, anunció en un acto en la Casa Rosada que el Ejecutivo había denunciado penalmente a la empresa, dedicada a la impresión de revistas, por presunta 'alteración al orden económico y financiero', en supuesta violación a la ley antiterrorista, aprobada en 2011.
Según Fernández, el directorio de RR Donnelley está integrado por inversionistas ligados al multimillonario estadounidense Paul Singer, dueño del fondo NML Capital, uno de los que impulsaron el juicio contra Argentina, en el que los bonistas demandantes fueron respaldados por los tribunales estadounidenses.
La filial de Donnelley pidió hace una semana su quiebra, cerró el lunes recién pasado su planta en la localidad bonaerense de Garín y dejó en la calle a unos 400 trabajadores.
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP, Fisco) solicitó además a la Justicia que revoque la autodeclaración de quiebra de la compañía y se investigue el delito de defraudación.
'Si una declaración de quiebra entra un viernes a un juzgado y sale el lunes y los directivos que estaban antes cambiaron el directorio y se fueron antes, si el balance de la empresa determinaba una posición patrimonial positiva, si existen 400 trabajadores y equipamiento, lo que está promoviendo es una conducta alevosa, sospechada de conducta fraudulenta', dijo ayer Capitanich.
El jefe de Gabinete sostuvo que la ley antiterrorista 'pretende penalizar las conductas perversas que afectan el normal desenvolvimiento de la vida social en comunidad'.
Señaló además que el 'Ejecutivo, a través del organismo competente, lo que hace propiciar la denuncia penal' y que la aplicación de la norma corresponderá a la Justicia.
Gran parte de los trabajadores de RR Donnelley siguen trabajando en la imprenta a la espera de que el Gobierno encuentre una solución a su situación.
Protestas
Decenas de estudiantes universitarios protestaron ayer en Argentina contra empresas de Estados Unidos a las que acusan de haber despedido de forma injustificada a cientos de personas y contrabonistas que reclaman al Gobierno un pago multimillonario.
Los manifestantes cortaron una calle y se congregaron frente al edificio donde está la sede de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Buenos Aires, para lanzar sus diatribas contra la imprenta RR Donnelley y la autopartista automotriz Lear. Ésta última despidió hace meses a unos 60 operarios.
Otras empresas locales y extranjeras han dispuesto despidos y suspensiones en momentos en que la economía argentina está en recesión, tiene una inflación del 40 % y una tasa desempleo en alza, que analistas privados estiman llegará al 11 % a fin de año.
Los manifestantes criticaron además a los fondos de inversión denominados 'buitres', que en Estados Unidos mantienen un conflicto legal con el Gobierno argentino, al cual reclaman 1.500 millones de dólares de bonos en cese de pagos.