Aumentó uso de aerosoles y correctores como drogas entre los estudiantes de la región
DEl senda. Expertos indicaron que al tratarse de productos de uso cotidiano, es difícil de controlar. También subió el consumo de tranquilizantes sin receta médica.
El último estudio sobre escolares y consumo de drogas elaborado por el Senda no solo reveló el aumento del uso de la marihuana, la cocaína y el alcohol entre los estudiantes de la región de Los Ríos. También dio a conocer un aumento en la cantidad de escolares que aseguraron que durante el último año habían utilizado inhalables -como aerosoles y líquidos correctores- o tranquilizantes como drogas.
Esta tendencia, según explicó el coordinador de Senda en Los Ríos, Ervinzon Gallardo, es difícil de controlar porque se trata de 'productos cotidianos, que están en la mayoría de las casas y cuya venta no se puede prohibir'.
Según el informe elaborado en 2013, el 5,9 por ciento de los estudiantes entre octavo básico y cuarto medio que participaron en el estudio indicaron que habían consumido inhalables durante el último año al menos una vez, mientras que en 2011 el porcentaje era de un 4,6. En cuanto al uso de tranquilizantes, el aumento es más significativo. Pasó de un 4,2 por ciento en 2011 a un 10,4 por ciento en 2013 .
Peligro en casa
Ingrid Traub trabaja en el área de prevención del Senda de Los Ríos. Está encargada de realizar actividades informativas en escuelas, colegios y liceos. Además, de intervenir cuando son detectadas poblaciones en riesgo o en las que ya hay consumo experimental.
Explicó que al ver los resultados del estudio y notar el aumento en el uso de inhalantes, se sintieron sorprendidos. 'Por lo general estas conductas eran más comunes en las regiones del extremo sur, como Aysén y Magallanes. Sin embargo hoy el estudio nos muestra que el problema está avanzando hasta esta zona', dijo.
Aunque el estudio no permite conocer qué tipo de inhalantes usan los adolescentes, Traub indicó que junto a su equipo ya han realizado intervenciones por casos de consumo de líquido corrector, producto escolar al que los niños tienen fácil acceso y cuyo uso no se encuentra normado.
'En La Unión, por ejemplo, detectamos casos. Este tipo de consumo se presenta generalmente en zonas rurales e internados, entre niños pequeños. Recuerdo haber estado haciendo un taller y me di cuenta de que niños entre tercero y octavo básico tenían muy claro cómo y para qué usarlos. Algunos niños o adolescentes lo aspiran porque provoca un efecto anestesiante del sistema nervioso central, en el fondo, los relaja. Tal vez es por moda, pero pasa lo mismo con desodorantes ambientales, diferentes tipos de aerosoles, las lacas para el pelo, los desodorantes', dijo.
Detectar estos casos suele ser complejo. La especialista explicó que muchas veces los signos que indican que existe un problema de adicción se pueden confundir con los comportamientos de la propia adolescencia. 'Hay señales de alerta que van dando cuando están iniciándose en un consumo. Hay que tener mucho cuidado. Algunas señales pueden ser cuando un niño baja su rendimiento escolar de un minuto a otro, ya no se interesa por las actividades en las que siempre mostró entusiasmo, si empieza a cambiar de amigos y la familia no los conoce, verlos portando elementos para el consumo. Y en el caso del uso de inhalantes, que en la casa desaparezcan los aerosoles, que desaparezca dinero o que el niño tenga manchas o solicite ciertos productos más de lo que lo hacía comúnmente', explicó.
También aconsejó a los padres conversar frecuentemente con los profesores. 'Muchas veces, cuando pasan los años y los hijos crecen, los padres nos alejamos de los colegios. Ese es un gran error', aseguró Traub.
Medicamentos
El uso de tranquilizantes sin receta médica también preocupa a los especialistas en salud. En especial, porque generalmente los escolares los consiguen por el descuido de sus propios padres. 'El consumo de medicamentos sin receta no es nuevo. Hubo un momento en que estuvo de moda el uso de jarabes para la tos que contenían codeína. Los tranquilizantes o ansiolíticos, que por lo general somos los adultos quienes los compramos y los tenemos en la casa. Aquí el trabajo que hay que hacer es educar a la familia para que sea responsable, para que no tenga esos medicamentos a mano, sino que bien guardados', explicó Ingrid Traub, de Senda. Y agregó: 'También hay niños que prueban estas sustancias porque se las da un amigo. La comunicación y conocer a los hijos es clave'.