Alemania enviará armas a Irak para frenar avance yihadista
medida. El Gobierno de Angela Merkel busca 'evitar nuevos genocidios'.
El Parlamento alemán aprobó ayer por amplia mayoría el envío de armas a los kurdos que luchan en el norte de Irak contra los yihadistas del Estado Islámico , un grupo que, según advirtió la canciller, Angela Merkel, amenaza la seguridad de la región y de la propia Alemania.
'El sufrimiento inmenso de mucha gente clama al cielo, y nuestros propios intereses de seguridad están amenazados', manifestó la canciller en la sesión extraordinaria convocada en el Bundestag (Cámara baja) para explicar la decisión adoptada por el Ejecutivo.
El voto de la Cámara no era necesario, pero la gran coalición de Gobierno que forman conservadores y socialdemócratas decidió someter el acuerdo al pleno para dar respaldo parlamentario a la decisión, que ha roto el tabú de no enviar armamento a regiones en guerra.
Rechazaron el acuerdo los dos únicos partidos que componen la oposición parlamentaria: la Izquierda y Los Verdes.
Merkel ratificó la apuesta de su Gobierno por la diplomacia, pero aseguró que 'hay situaciones en las que solo los medios militares permiten que sea posible de nuevo una salida política'.
Aseguró que es consciente de los riesgos que implica su decisión, pero subrayó la necesidad de actuar por 'responsabilidad internacional', para evitar nuevos 'genocidios' y que los terroristas cuenten con otro refugio.
El conflicto en el norte de Irak, agregó, amenaza con desestabilizar a los países vecinos, como Jordania y Turquía, y afectar a toda la región, lo que pone también en peligro la seguridad de Alemania y Europa.
Merkel insistió en que el envío de armas a los kurdos del norte de Irak se realiza con autorización del Gobierno central de Bagdad y en que Alemania no tiene ningún interés en impulsar 'fuerzas centrífugas' en el país, en referencia a las aspiraciones del pueblo kurdo.
Los socialdemócratas defendieron el envío como una forma de 'ayuda de emergencia', mientras que la oposición centró sus críticas en la imposibilidad de controlar las armas una vez que lleguen a un territorio en guerra.