Los loteos de gran superficie se están agotando en Valdivia y se empieza a evidenciar una tendencia a crecer hacia arriba. Así lo explicó el docente de la Universidad Austral de Chile y gerente de operaciones del Civa (Certificación e Investigación de la Vivienda Austral), Eduardo Larrucea.
Lo anterior confirma lo planteado por un informe elaborado por la consultora inmobiliaria AGS -publicado por El Mercurio- que ubica a Valdivia entre las nueve ciudades del país con mayor déficit de suelo urbano, junto a Arica, Iquique, Antofagasta, Copiapó, Calama, Valparaíso, Santiago y Coyhaique.
Larrucea sostuvo que hoy en la ciudad se presentan dos fenómenos relevantes en materia de disponibilidad de suelos.
Primero, que efectivamente las inmobiliarias están acusando ese déficit de terrenos, sobre todo para construir proyectos habitacionales, y los sitios eriazos que hoy parecieran estar disponibles, ya han sido adquiridos por las empresas, incluso desde hace varios años.
Por lo tanto, precisó, 'crecer hacia los lados está siendo cada vez más complicado'.
Segundo, que se contabilizan unos 500 terrenos 'lunares'. Estos se caracterizan por ser de menor tamaño y estar insertos en la zona urbana, distribuidos en distintos puntos de la ciudad, 'que se pierden a la vista y que están ahí, probablemente a la venta, probablemente no', explicó.
La existencia de estos últimos permitirá potenciar la tendencia que se observa, asociada al aumento de la construcción de departamentos. 'Se empieza a notar eso en Valdivia, la tendencia a densificar, como se le llama en la inmobiliaria, con algunos proyectos en el centro, por ejemplo el edificio de Alcarraz, Doña Josefa, y El Torobayo, entre otros'.
Respecto a las edificaciones en altura, Larrucea planteó que son dos los factores que frenan este tipo de construcciones.
Uno es el tipo de suelo que existe en Valdivia, que desde el punto de vista estructural 'es bastante malo', dijo.
Agregó que: 'no significa que no se pueda construir, sino que resulta ser más caro'.
Lo anterior porque la inversión debe ser mayor en cuanto tienen que hacerse fundaciones más robustas para poder construir. 'Hace diez años proyectos como los que estamos viendo hoy no se hacían por eso', acotó.
Sin embargo, a juicio del académico 'por lo visto es un tema que las inmobiliarias están absorbiendo y están dispuestas a pagar ese costo'.
Otro de los factores es el plano regulador de Valdivia, el que limita la construcción de edificios a cierta altura en determinados lugares, dependiendo de las características de la edificación: ubicación, posición, frontis.
En ese sentido, Larrucea dijo que 'hoy sigue vigente. Los edificios que están en construcción cumplen con esa normativa. Por lo tanto, vamos a ver edificios de máximo siete u ocho pisos'.
La zona urbana de Valdivia está dada por el plan regulador que data del año 1988. Actualmente, este determina que corresponde a cinco mil 600 hectáreas.
En mayo de 2013, el Consejo Regional aprobó un nuevo plan regulador, presentado por el municipio, que aumentará el radio urbano a siete mil 900 hectáreas.
'Entiendo que este plan debería estar operando a la brevedad', contó el académico, quien detalló que cuando esté en marcha este nuevo instrumento de planificación territorial se abrirán nuevas áreas de zona urbana, que permitirán la construcción de proyectos inmobiliarios en zonas que actualmente están consideradas rurales, como sectores ubicados entre Valdivia y Niebla, y en los accesos norte y sur de la ciudad.