Involucrarme en el Proyecto 'Macroalgas Antárticas y Cambio Climático' me permitió visitar la Antártica. Nunca me imaginé tener esa experiencia inolvidable en la que se siente la inmensidad, el respeto por todo lo que existe en la singular belleza natural, la solidaridad, la colaboración de todos. Territorio de la humanidad, la Antártica es un continente para la Ciencia y la Paz. Allí se puede observar a los amistosos pingüinos, a las focas de Weddell, a los lobos marinos y presenciar el espectáculo del salto de las ballenas a pocos metros de distancia. La Antártica no es sólo nieve y hielo. En el imponente y gélido paisaje crecen también hermosas plantas, musgos, líquenes y, en el fondo marino, las maravillosas macroalgas. En la Base Julio Escudero, del Instituto Antártico Chileno, en la Bahía Fildes de la Isla Rey Jorge, se reúnen científicos chilenos que investigan diversos temas y los dan a conocer en seminarios donde participan científicos de todas las bases cercanas. Crear una cultura científica antártica no es fácil, pero los proyectos de investigación, utilizando un lenguaje al alcance de todos, están llegando a la ciudadanía, con la motivación de enseñar, por ejemplo, sobre el impacto que tendrá el cambio climático en la flora, la fauna y los glaciares.

Coordinadora Feria Antártica Escolar Zona Sur