Cineastas locales cuentan desde Europa avances de su primera serie de televisión
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Han sido tantas las horas de vuelo y rodaje que Pepe Torres simplemente confiesa que está perdido. 'De verdad estamos un poco mareados', dice el también escritor, que junto a Francisco Ríos intentan reconstruir la agenda de rodaje de 'Buscando el instrumento madre', la serie de televisión que los tiene viajando por Europa.
El año pasado obtuvieron $107.001.406 del fondo concursable del Consejo Nacional de Televisión para financiar 12 capítulos de 30 minutos de duración de la serie documental en la que siguen las pistas por todo el mundo al órgano de tubo. La conducción está en manos de los valdivianos Carolina Nissen, cantante y compositora, y José Manuel Izquierdo, musicólogo experto en el tema. Pepe Torres y Gloria Huircán ofician como productores y Francisco Ríos debuta en la dirección. El proyecto fue adjudicado por Guairao Producciones.
El trabajo en terreno partió a principios de este año. Y desde Europa, los cineastas relatan lo que hasta la fecha ha implicado poner en imágenes la millonaria propuesta. La entrada al viejo continente fue por Alemania y con grabaciones en Münich. Luego partieron a Cambridge (Inglaterra) donde fueron recibidos por Izquierdo. 'Tuvimos de vecino a Stephen Hawking, es un verdadero lujo poder contar con un magnífico lugar para establecernos y comenzar a trabajar(...) la primera jornada fue junto a un coro profesional que nos estaba esperando y que interpretó un repertorio antiguo de obras chilenas que José Manuel encontró en Suiza', dice Torres.
Tras Cambridge, el viaje siguió por zonas interiores. Ríos, agrega: 'También pasamos por Edimburgo, recorrimos muchos talleres de organistas, visitamos a especialistas, hicimos muchas horas de grabación y nos fuimos a Londres a esperar la llegada de Carolina'. Tras la primera etapa, el equipo estableció un nueva base de operaciones en Berlín. Arrendaron un departamento y se contactaron con músicos chilenos que igual guiaron parte de la investigación. Por tres semanas se quedaron en un barrio principalmente habitado por turcos. 'Es una zona muy colorida, con mucha cultura y muy rica en historias, es como vivir en el barrio Patronato en Santiago o tal vez en su época, en el barrio estación de Valdivia', dice Francisco Ríos. Aunque el rodaje tiene una planificación de base, gran parte del recorrido está armado según los datos que se puedan obtener en terreno. Torres dice que, más que improvisar, se trata de una de las complejidades del tema por tratarse de un instrumento muy específico y no masivo. 'Casi siempre están dentro de un lugar especial, como iglesias o salas de concierto. Son muy pocas las personas que tienen este tipo de instrumentos en lugares privados. Fue así que logramos ubicar a un organista y profesor español en Alicante, que nos llevó a conocer órganos españoles históricos, muy antiguos, que sobrevivieron a la destrucción cultural ocurrida con Franco'.
Ambos cineastas estarían en Europa hasta fines de abril. Y en este avance del progreso de las grabaciones, dicen que son varios los hitos destacables. Para la serie grabaron en República Checa y Polonia (donde registraron un fábrica de órganos digitales, que en su momento vendió uno a la Universidad Católica en Santiago). La cultura, las condiciones económicas y el idioma cambian en cada frontera. Y son esas diferencias que sirve para enriquecer el relato. 'Además de hacer la entrevistas, compartimos con las personas, conocemos sus historias. Muchas veces nos han preguntado, por qué desde Chile nos interesa hacer un programa sobre órganos, siendo que en Europa ya es un tema complicado de rastrear', dice Torres. Y agrega: 'Hemos pasado por lugares privilegiados, como en Alemania donde estuvimos en la iglesia donde trabajó Bach. Vamos a tres cuartos del viaje, seguimos con planificación y a la espera, por ejemplo de grabar a un coro en Rusia que por primera vez cantará música antigua en compañía de un órgano de tubo. Ese dato lo conseguimos después de un trabajo en Chile'.
Además de entrevistas, el equipo suma horas de grabación de conciertos de música selecta, tecno y hardcore. 'Eso nos ha llevado por un descubrumiento o reforzamiento de una idea fundamental y es que las posibilidades sonoras del órgano son infinitas. Cada organista es un mundo y los lugares donde las personas conviven con este tipo de instrumentos son verdaderos mini universos', dice Ríos.
A casi tres meses de trabajo en terreno, la dupla de realizadores lleva tres discos duros de dos terabyte de capacidad cada uno, con imágenes. Así lo precisa Francisco Ríos, como una forma de explicar las muchas horas de edición con las que deberán trabajar con miras a los primeros cortes de la serie. 'Hemos filmado casi todos los días, tal vez llevamos entre 70 y 80 horas de registros, es difícil contabilizar eso, pero si podemos decir que todo lo que hemos conseguido es muy importante. Todas las personas con las que hemos hablado dan para hacer una película entera. La logística y la coordinación general sigue de muy buena forma. Todo está muy bien hasta ahora, excepto por algunos problemas menores de salud del equipo'.
Para Torres, la mejor analogía para asegurar el éxito de la producción, es haber planificado todo con antelación como si se tratara de un viaje a escalar el Everest. 'No se pudo dejar nada al azar. Somos un equipo y estamos mentalizados en lograr una meta que bien la puede cumplir un integrante o todos, pero será nuestra meta cumplida. Incluso, desde el inicio planeamos distintas estrategias para adelantarnos a cualquier situación de riesgo como la pérdida de equipos e incluso de las grabaciones. Hemos ido dejando copia de todo en distintos lugares e incluso en Chile ya está resguardado todo lo que hemos conseguido hasta el momento'.
Para la serie, las funciones de cámara las comparten Torres y Ríos (también autores del guion), que además oficia como el chofer del equipo en cada ciudad. Sin embargo y dependiendo de las condiciones de rodaje, las responsabilidades en esta etapa del proyecto son compartidas.
El criterio en la elección de los destinos del viaje ha sido por las condiciones climáticas y de conexión entre ciudades y países. Es fundamental la residencia de José Manuel Izquierdo en Inglaterra, que además guía parte del recorrido y aporta con sus conocimientos sobre el instrumento. Mientras filman, hay en paralelo un proceso de edición preliminar con la que los realizadores van delineando el relato en una primera etapa, para luego volver a Chile con parte del proceso artístico finalizado. Valdivia será una de las últimas estaciones del viaje de la serie que prontamente tendrá en la pantalla chica a un protagonista único: el órgano de tubo.