Ya comenzó la Liga Interregional de Vóleibol Escolar en Los Ríos y semana a semana los equipos de ocho colegios darán batalla para alcanzar los títulos regional y de la zona sur. Con ese ánimo está el jugador del sexteto del Instituto Salesiano, Francisco Javier Aravena Lobos.
El joven estudiante de 4° medio A, juega en el puesto de centro en su equipo y con sus 1.80 metros apoya en la labor de bloqueo y pegado a la malla, pero también se preocupa de los balones más largos en la recepción. En lo deportivo, en el año pasado fue seleccionado regional de la disciplina para los Juegos de la Araucanía, donde Los Ríos obtuvo el sexto lugar, y le gustaría tener su revancha este año. En lo académico, planea estudiar la carrera de Ingeniería Naval en la Universidad Austral.
¿Desde cuándo juegas al vóleibol?
Empecé cuando mi hermano mayor Carlos entrenaba. Él estaba en tercero medio y yo en cuarto básico y después de un tiempo, como era el más chico, dejé de lado el vóleibol y más adelante, cuando estaba en octavo, volví a entrenar.
¿Y porqué decidiste volver?
Porque sentía que me hacía falta hacer algo más, aparte de estudiar. En ese tiempo viajaba y tenía la energía para llegar casi todos los días tarde a mi casa por entrenar. Así empezó mi constancia con el vóleibol.
¿Cuándo empezaste a jugar con más frecuencia por Salesiano?
En primero medio y ganamos el Regional escolar. Fuimos al Interregional y salimos segundos. También el año pasado me llevaron a jugar a los Juegos de la Araucanía a Villarrica y salimos sextos, creo que ha sido el lugar más alto que tuvo la región en esos juegos y fue una experiencia súper buena.
¿Es cierto lo que dijo tu entrenador de que en esos juegos hasta pudieron ubicarse en los lugares de las medallas?
Pasó un problema en que a algunos jugadores no los pudieron llamar. Faltaba el armador y tuvimos que formar uno en el entrenamiento. Yo no pude jugar de centro, era opuesto.
¿Te gustaría volver a ser seleccionado regional ahora para los Juegos de la Araucanía de Neuquén?
Este es mi último año en el colegio y estoy más motivado que antes, quiero llegar al Interregional, quiero ganarlo y por eso motivo a los chicos del equipo para que entrenen todos los días. Antes entrenábamos tres días y ahora lo hacemos de lunes a viernes, 2 horas diarias.
¿Qué crees que te ha enseñado el vóleibol para tu vida personal?
Que primero que todo tienes que tener paciencia, enseña lo que es el compañerismo, la amistad, el trabajo en equipo y más que en ningún otro deporte. En este juego no puedes jugar solo, en el vóleibol tienes que tener un apoyo y ese apoyo son tus compañeros.
También enseña la confianza porque en un punto decisivo eso es primordial. Si no hay confianza, sobre todo en uno mismo, no se podría ganar.
¿Y cómo puede uno sacarse los miedos, los nervios o la presión en medio de un partido?
Uno en el momento con la emoción del partido da una responsabilidad de que quieres cumplir como titular.
¿A quién le agradeces la oportunidad de jugar vóleibol y sentir la pasión por este deporte?
A mi hermano que fue el que me incentivó, a Patricio Quijada porque cuando era más chico me motivaba y me decía las cosas en que me podía ayudar el deporte. Gracias a eso ahora soy lo que soy.
¿Crees que el vóleibol es un deporte que se identifica con tu colegio?
Definitivamente, porque el colegio ha tenido figuración. Creo que cuando la región aún era parte de Los Lagos fuimos segundos en los Juegos de la Araucanía y jugando contra los equipos argentinos. Aparte de eso siempre están saliendo seleccionados nacionales de aquí, por ejemplo hace dos años fue llamado Gianluca Borelli y antes Marcos Calderini llegó a la selección de Argentina.
Francisco Aravena Voleibolista.