Al menos once militares colombianos murieron en un choque con las FARC ocurrido ayer en el norte del departamento del Cauca, en el suroeste del país. El hecho se produjo en medio de los diálogos de paz que mantiene el Gobierno colombiano con el grupo guerrillero, y obligó al Presidente Juan Manuel Santos a levantar la orden de suspensión de los bombardeos contra los campamentos de los rebeldes.
Las víctimas mortales son diez soldados y un suboficial, quienes cayeron en un enfrentamiento con la columna Miller Perdomo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), según informó la gobernación del Cauca.
El choque armado, que también dejó 19 militares heridos, se produjo en la zona rural de La Esperanza, perteneciente al corregimiento de Timba, en el municipio de Buenos Aires (Cauca).
La Tercera División del Ejército explicó que en momentos en que los militares se encontraban haciendo patrullajes "fueron atacados con artefactos explosivos, granadas y armas de fuego, presentándose el asesinato de un suboficial y nueve soldados profesionales".
A ellos se sumó otro soldado que murió horas después en el hospital debido a la gravedad de las heridas.
El general Mario Augusto Valencia, comandante de la Tercera División, acusó a las FARC del ataque contra sus hombres. Indicó que problemas climatológicos en la zona de los combates dificultaron la evacuación de los heridos.
El alcalde de la localidad de Buenos Aires, Elías Larrahondo, explicó a AP que luego de una reunión con un alto mando militar "lo que él reporta es un ataque del grupo al margen de la ley hacia el Ejército".
"Lamento muerte de soldados en Cauca. Esta es precisamente la guerra que queremos terminar", escribió en Twitter el Presidente Juan Manuel Santos.
Desde fines de 2012 el Gobierno y las FARC llevan a cabo negociaciones de paz en Cuba para tratar de poner fin a más de 50 años de conflicto armado interno. En diciembre, las FARC habían anunciado un cese unilateral del fuego, siempre y cuando sus guerrilleros no fueran agredidos por las fuerzas del orden.
El jueves de la semana pasada, Santos prorrogó por un mes la suspensión de los bombardeos a los campamentos de las FARC por los avances en el proceso de negociación de La Habana y con el fin de empezar a disminuir la intensidad del conflicto.
Sin embargo, ayer, tras el ataque, el Mandatario anunció que los campamentos de las FARC volverán a ser bombardeados. "He ordenado a las Fuerzas Armadas levantar la orden de suspensión de bombardeos a los campamentos de las FARC hasta nueva orden", dijo.
Desde la capital cubana, el jefe guerrillero Pastor Alape, cuyo verdadero nombre es José Lisandro Lascarro, dijo desconocer los detalles del incidente en Cauca, pero pidió a Santos el cese bilateral del fuego.
"Señor Presidente Santos: la tregua bilateral, el cese al fuego bilateral, es urgente para la nación y esa noticia la espera el país", enfatizó Alape, quien integra el secretariado, la máxima línea de mando de las FARC.
Para el comandante rebelde, los combates en Cauca, "a todas luces, tienen su causa en esa incoherencia de parte del Gobierno de estar ordenando operativos militares contra una guerrilla que está en tregua".
El ex Presidente Alvaro Uribe, un crítico acérrimo del proceso de paz, se dirigió en su cuenta de Twitter a Santos y le dijo que "no nos engañe más por favor, no justifique el asesinato de nuestros soldados con el cuento de la guerra que quiere terminar".
ONU: es "un paso atrás" en el proceso
El coordinador residente de la ONU en Colombia, Fabrizio Hochschild, declaró ayer que la muerte de los once militares es "un triste paso atrás" en la reducción de la intensidad del conflicto armado que se prolonga desde hace medio siglo. "Los muertos de hoy (ayer) en la mañana representan un triste paso hacia atrás en la reducción del sufrimiento y (el aumento de) la confianza en el proceso de paz", afirmó tras un acto en Bogotá. Hochschild declaró que la ONU se encuentra "entristecida y preocupada" por el ataque.
2012
En noviembre de ese año comenzaron las negociaciones entre las FARC y el Gobierno Colombiano.
8.000
combatientes tienen las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, fundadas en 1964.