En el primer proyecto solista de Luciana Mancini, junto al Coro Uach, Cristóbal Urrutia fue el concertino de la orquesta armada especialmente para la ocasión. Ambos se conocieron en 1995 para una gira por el sur e iniciaron un vínculo artístico que los volvió a unir el 2011 en Valdivia. Esa vez las cosas fueron distintas: la mezzosoprano llegó con un master en interpretación histórica cursado en el Conservatorio Real de La Haya; y el violinista, cumplía el segundo año al mando de la Orquesta de Cámara de Valdivia (OCV). El grupo de músicos tocó junto a la cantante lírica reforzando un vínculo que anota una segunda colaboración el 2015.
"Hay muchas buenas coincidencias con Cristóbal, su madre fue mi profesora de matemáticas y él me hizo conocer de una manera más profunda la música antigua, lo que en definitiva me motivó a estudiar interpretación histórica", dice Luciana Mancini, que a las 20 horas de hoy y mañana se presentará con la OCV en la Iglesia Luterana y el Aula Magna Uach, respectivamente. El reencuentro será con obras de Giacchino Rossini, repertorio que ha sido fundamental en la carrera de la artista y que surgió como una propuesta de Urrutia, director ejecutivo de la orquesta. Se trata de las oberturas de las óperas "L' italiana in Algeri" y "La scala di seta", además de "Giusto ciel! (Pamira en la ópera "L'assedio di Corinto), "Una voce poco fa" (Rosina en la ópera "El barbero de Sevilla) y "Di tanti palpiti" (Trancredi en la ópera "Trancredi").
DESAFÍO MUTUO
A juicio de Mancini, son obras livianas para la comprensión del público, pero complejas para sus capacidades personales. "Es muy exigente, con registros muy amplios. Realmente es un desafío interesante y una motivación para haber aceptado la invitación de volver a trabajar juntos", dice. Y agrega: "En febrero tuvimos el contacto y desde ahí nos pusimos a trabajar para los conciertos. Tener poco tiempo igual hizo que el reencuentro fuera una desafío para ambos". La mezzosoprano vive desde hace tres años y medio en Berlín y viajó a Chile para visitar a su familia y participar en el segundo programa del año de la OCV. Al igual que hace cuatro años, el profesionalismo del grupo sigue alto. Así lo cree Mancini: "Incluso es mejor. No veo diferencias significativas, además hablamos de que es una orquesta que funciona en Valdivia, que es una ciudad que se caracteriza por su alto nivel de cultura. Es un proyecto que sigue creciendo".
En los dos conciertos, al repertorio de Rossini, se suman obras de Pablo Garrido ("Antigua melodía chilena en Fa mayor para cuarteto de cuerdas") y de Giovanni Bottesini. Los presentaciones son antecedidos por una charla a las 19 horas.
2011
fue el año
de la primera colabora- ción entre Mancini y la orquesta valdiviana que depende de la Uach.
8
nuevos invitados acompañarán a los músicos entre mayo y diciembre. Son las opciones para el 2015.
2
conciertos realizará la OCV junto a la mezzosoprano. Las entradas valen $4.000 para público general.