Correo
Transparencia
Ante los últimos acontecimientos que han afectado al país , creo que es hora de tratar de iniciar una nueva etapa en los comportamientos, tanto políticos, como empresariales. Chile es un País de tradiciones, donde siempre la Unidad Nacional ha demostrado su energía ante los hechos que le afectan. La gente ya no confía, ya perdió la credibilidad ante quienes son sus representantes en la vida política, aquí nadie gana culpándose unos a otros, con la simpática conducta del empate, esa no es la forma ni el modo.
Aquí hay una sola verdad, aquí perdemos todos, ante los malos comportamientos a que nos vemos enfrentados.
Arturo Goddard Bravo Profesor Normalista
Migraciones
He seguido con asombro el fenómeno migratorio africano al continente Europeo. La desaparición de los 700 africanos en el Mar Mediterráneo hace unas semanas, no creo que sean un hecho aislado. Sólo entre el 2000 y 2013 han muerto 23 mil inmigrantes, según cifras de la Organización Marítima Internacional.
La idea de los inmigrantes es buscar una mejor vida, ya que el Estado de procedencia no ha podido entregarle la calidad de vida necesaria para un ser humano, tanto así que en África Central la expectativa de vida es de 54 años, mientras que la edad promedio mundial es de 71 años.
Si bien la situación del continente africano ha preocupado a la ONU, siendo esta incluso una de las prioridades en las Naciones Unidas, aún existen problemas que se deben erradicar, ya sea la pobreza y hambruna, educación, salud, e incluso el empoderamiento de la mujer.
Si bien, la Comisión Europea, ha tratado el tema migratorio por el Mediterráneo, aún quedan metas por cumplir, pues no sólo es un tema económico, como ellos piensan, en ese sentido la solución "temporal" no se arreglará con cuotas de distribución, como proponen.
Finalmente la idea de los inmigrantes es encontrar una salida a algo que cualquier persona buscaría, una calidad de vida más digna.
Paulina Canales Gajardo paulina.canales@gmail.com
El sofá de don Otto
Puede resultar políticamente incorrecto, pero la limitación a la reelección no me convence.
En primer lugar, dejemos establecido que ante la opinión pública la gran mayoría de parlamentarios se encuentra deslegitimado para legislar en temas como éste, donde se pretende establecer una legislación "que duela" a quienes vulneren la normativa. A estas alturas todas las encuestas reafirman, una y otra vez, que la ciudadanía no cree que haya alguno de ellos que no haya recurrido a fórmulas irregulares para financiar sus campañas. En otras palabras, estarían metidos casi todos. Y no resulta razonable que el infractor establezca cuál será su sanción en el caso de futuras infracciones. Y tampoco resulta ajustado a la razón que estos infractores puedan volver a postular, aunque sea sólo por dos periodos más.
Luego, si estos infractores que hoy están enfrentados a la realidad de poder reelegirse indefinidamente no han actuado decentemente, es perfectamente posible preguntarse qué pasará si se ven enfrentados a una realidad que los deje limitados a dos periodos; me parece que la tentación de sacar la mayor tajada posible se verá exacerbada.
Después tenemos que el proyecto que limita la reelección permite que el parlamentario que ya cumplió sus dos periodos pueda postular nuevamente, pero en otra circunscripción. Es decir, cada dos años en varias regiones aparecerán los "líderes" nacionales dispuestos a asumir la pesada responsabilidad de representar a una región que siempre han considerado como suyas. En tanto, los que se encuentren en el segundo periodo tendrán un incentivo perverso: ausentarse de la circunscripción que representan y comenzar a visitar más asiduamente la que se tiene en vista. En suma, tendríamos políticos itinerantes, lo que obviamente resulta inconveniente.
Se perderá el arraigo, el vínculo con la región se debilitará, las parcelas de poder serán aun más extensas, la representatividad de las regiones será de agua, etc. Sin duda podríamos continuar indicando las desventajas de limitar la reelección; para resumir: me parece que debilita a la democracia. La solución es otra y nuestros parlamentarios deslegitimados no la avalan: permitir la efectiva igualdad de condiciones para competir en las elecciones, incentivando a la ciudadanía a participar dentro de un marco justo. No puede volver a ocurrir que un candidato tenga un segundo en televisión para transmitir sus ideas. No puede ser que el parlamentario no pertenezca efectivamente a la zona que representa. No puede ocurrir que el dinero sea determinante para que alguien resulte electo en el cargo que sea.
Prohibir la reelección inmediata me parece una pésima solución; equivale al sofá de don Otto.
Claudio A. Faúndez Becerra Abogado
Corrupción por tres
En lo que va de este año, al descubrirse los casos Penta, Caval y Soquimich, se ha conformado el triunvirato de la corrupción.
Gustavo Roa Peña grroap@outlook.es