Editorial
El proyecto presentado por el gobierno inició su trámite legislativo. Desde Los Ríos se podría hacer aportes sobre él. Quizás los legisladores de Los Ríos podrían recoger los análisis locales sobre el tema, para sumarlos a sus intervenciones en el proceso que viene...
Despenalización del aborto
La aprobación de la idea de legislar sobre la despenalización del aborto por tres causales, permite que comience el trámite legislativo y la discusión parlamentaria sobre este tema, que es polémico, pero que resulta necesario abordar; sobre todo porque Chile es uno de los pocos países en el mundo donde la dramática situación de interrumpir un embarazo es, además, criminalizada.
Tal como se ha planteado a nivel nacional; en Los Ríos existe inquietud al respecto, de parte de los parlamentarios, los grupos religiosos, las organizaciones sociales, los profesionales del área y la comunidad en general. Por lo mismo, sería interesante que la labor en el Congreso sea seguida con detalle y acompañada con aportes que desde aquí se puedan sumar, respecto de la realidad de las mujeres enfrentadas a estas situaciones, sobre todo de aquellas más vulnerables y de sectores rurales, que no tienen acceso a atenciones de salud en condiciones óptimas.
Además, resultaría positivo que se pudiera aportar al debate con análisis de lo que sucede en las etapas posteriores a sufrir un aborto. La experiencia -según los relatos de quienes la han vivido- es dolorosa y traumática; por lo mismo se necesita apoyo sicológico y rehabilitador posterior; algo que no se ha tocado, aunque la nueva norma se dirige a personas enfrentadas a una violación, al riesgo vital o a la realidad de perder a un hijo por malformaciones. Todas experiencias límite, tanto para las protagonistas, como para sus familias.
Por otra parte, sería interesante analizar los protocolos a seguir en cada caso. En nuestro país existen altas cifras de violencia obstétrica (hay un proyecto en trámite al respecto también) y en estas situaciones extremas, puede abrirse escenarios para que ella ocurra de manera aún más seria, especialmente con jóvenes, y mujeres que no conozcan sus derechos.
Estas aristas han sido analizadas localmente por especialistas en distintas ocasiones y quizás los legisladores regionales podrían recogerlas, para sumarlas a sus intervenciones en el proceso legal que viene. De ese modo, habría más elementos para que el debate se produzca con antecedentes reales y con la menor cantidad de prejuicios ideológicos, que sea posible.