Quien dialoga, no se humilla
En el reciente Encuentro Empresarial del Sur realizado en Valdivia, los políticos José Miguel Insulza y Oscar Guillermo Garretón, coincidieron en criticar los errores de diagnóstico efectuados por el gobierno antes de aplicar algunas medidas que han causado polémica. Específicamente se referían a la reforma Laboral, pero señalaron que también podría caber el mismo análisis frente a la de Educación y la Tributaria.
Lamentablemente, lo ocurrido este jueves con los camioneros, hizo recordar esas reflexiones, emitidas en nuestra región por dos hombres claramente ligados a la coalición gobernante. Falta de sintonía con la realidad del país, poca capacidad para proyectar las consecuencias de una decisión, observación centralista de un problema serio, que lleva a simplificarlo, son algunas de las ideas que calzan en este escenario, tan bien como en el cuestionado por los panelistas del EESur.
La marcha de los camioneros hasta Santiago y su insistencia de llegar hasta La Moneda, probablemente no fue planteada a la autoridad por los canales protocolares que correspondía hacerlo. Pero la negativa y las anteriores faltas de comunicación, terminaron convirtiendo a una protesta pacífica y simbólica, en una especie de batalla campal, con demostraciones de fuerza innecesarias, además de ahondar diferencias entre la población, artificialmente.
El problema de violencia que han sufrido los camioneros en La Araucanía no es una lucha atomizada entre mapuches y empresarios; sino una situación causada por la delincuencia, la impunidad y la angustia de quienes no pueden trabajar honradamente en paz. Atender esa raíz es lo que ha faltado ahora y antes.
Por fortuna el jueves -y probablemente con un alto costo político- el ministro Jorge Burgos puso en práctica su opción por el diálogo y demostró algo que también Insulza y Garretón mencionaron en su paso por Los Ríos: la urgencia de buscar acuerdos para avanzar hacia el desarrollo que Chile necesita.
Los conflictos que se viven en Temuco tienen señales de expansión hacia nuestra región y hacia Los Lagos. Por lo mismo, reflexionar sobre las palabras de Burgos: "Quien dialoga, no se humilla", es una necesidad.