China y EE.UU. expresan intención de lograr acuerdo para reducir emisiones
PARÍS. En la cumbre climática, Obama y Xi Jinping asumieron su responsabilidad en el cambio climático y se mostraron dispuestos a trabajar por un pacto global que lo pueda enfrentar.
Los líderes de las dos mayores potencias mundiales, el estadounidense Barack Obama y el chino Xi Jinping, dieron una importante señal ayer durante su participación en la cumbre climática de París (COP21): ambos resaltaron su compromiso con acciones contra el cambio climático como único futuro posible. Ninguno de los dos gigantes suscribió el acuerdo de Kioto de 1997, que comprometía la reducción de gases de efecto invernadero, que produce el calentamiento global.
Ambos líderes manifestaron en la cumbre organizada por la ONU, su intención de trabajar juntos para lograr un acuerdo que logre reducir las emisiones, pero que también respete sus preocupaciones.
Ambos dejaron en claro su sintonía de cara a las negociaciones que tratarán de culminar en un acuerdo global que logre contener el cambio climático, con un encuentro bilateral previo al inicio formal del foro.
Xi abogó ante Obama porque China y Estados Unidos "se asocien el uno con el otro para ayudar a que la conferencia climática logre los objetivos esperados" y que cooperen en beneficio mutuo. Y ambos mostraron su "determinación de trabajar juntos y con otros para lograr un ambicioso y exitoso resultado" señalaron en un comunicado conjunto.
La implicación de China y Estados Unidos es fundamental para alcanzar un verdadero acuerdo mundial. Sin embargo, aún queda pendiente conocer bajo qué términos y a qué precio llegarán a un acuerdo.
"He venido aquí personalmente para decir que EE.UU. no sólo reconoce su papel en la creación de este problema, sino que asume su responsabilidad de hacer algo", afirmó Obama en el discurso que pronunció ante los 150 jefes de Estado y de Gobierno en París, a los que pidió garantizar "un acuerdo ambicioso".
Para Obama, Estados Unidos, como primera economía mundial y segundo emisor de gases de efecto invernadero, el mundo está ante "un punto de inflexión". El Presidente eludió entrar en la cuestión de si este pacto debe o no ser vinculante -algo que demanda la comunidad internacional- y pidió que se tengan en cuenta las diferencias que separan a cada Estado.
El llamado de China
China, el mayor emisor mundial de dióxido de carbono (CO2), también quiere asegurarse de que se le concede el margen suficiente para aplicar las soluciones que considere más apropiadas a su situación.
"Hace falta que en París rechacemos las visiones estrechas (...) y llamemos a todos los países, en particular a los que están en desarrollo, a asumir su responsabilidad para lograr una solución que nos beneficie a todos", dijo Xi.