Mabel González / Agencias
El Presidente argentino, Mauricio Macri, anunció ayer la eliminación de los impuestos a la exportación de trigo, maíz, sorgo, carne y pesca y la reducción del que se aplica a la soja, con el propósito de impulsar al sector agropecuario.
"Sin el campo, el país no sale adelante", sostuvo Macri durante un acto en la ciudad de Pergamino, unos 220 kilómetros al noroeste de la capital y uno de los centros de referencia de la producción agrícola argentina.
En el acto también estuvo el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, quien puntualizó que en el caso de la soja la reducción es en principio de 35% al 30% que se aplica actualmente y más adelante será gradual. En tanto que "para el resto pasa a ser cero por ciento, incluyendo el trigo, el maíz, el sorgo, la pesca y la carne".
La medida, demandada desde hace tiempo por el sector agropecuario, entraría en vigor hoy tras su publicación en el Boletín Oficial, agregó Buryaile.
En medio de aplausos y gritos de "Sí se puede" de los asistentes al acto, que celebraron ver cumplida una de las promesas de campaña, Macri instó además a los productores a ponerse en regla con sus deudas impositivas. "No hay ninguna excusa, si hay ganancias hay que pagar con alegría más impuestos", sostuvo el Mandatario, quien subrayó que será "implacable" con los evasores.
Asimismo exhortó a exportar más productos con valor agregado para que Argentina pase de ser "el granero del mundo" a convertirse "en el supermercado del mundo".
Argentina es el mayor exportador mundial de harina y aceite de soja, cultivo que domina la producción agrícola en el país.
Una nueva relación
La medida anunciada ayer supone un fuerte giro en la relación entre el Gobierno argentino y el campo, que realizó varias medidas de protesta contra las políticas agropecuarias del anterior Ejecutivo, presidido por Cristina Fernández (2007-2015).
Macri recibió el apoyo expreso del sector agropecuario en la campaña electoral. Los productores afirman que el sector sufre una crisis de competitividad por las medidas aplicadas por Fernández.
Las cuatro principales asociaciones agropecuarias del país mantuvieron en 2008 un fuerte enfrentamiento con Fernández en rechazo a un plan oficialista para subir los impuestos a las exportaciones de granos, que en ese momento no prosperó.
En los últimos meses los productores se han quejado de que los ingresos no cubren los costos de producción en un sector que, según sostienen, suministra 60% de las divisas que entran al país.
Además denunciaron que desde 2002 más de 95 mil productores agropecuarios dejaron la actividad y que desde 2005 unos 140 frigoríficos cerraron, lo que hizo que Argentina pasara del tercero al decimocuarto puesto en el ranking mundial de exportaciones cárnicas.
La decisión anunciada ayer por el nuevo Mandatario argentino obedece en parte a que el nuevo Gobierno necesita divisas para aumentar las mermadas reservas del Banco Central, que están en unos US$ 24.600 millones. Algunos economistas estiman que hay cerca de US$ 13 mil millones en cultivos almacenados a la espera de ser puestos a la venta.
35% al 30% bajará en un principio el impuesto a la exportación de soja, y más adelante será gradual.
2008 el sector agropecuario mantuvo un fuerte enfrentamiento con el Gobierno por el plan de alza de impuestos.