Claudia Muñoz David
Quienes fueron niños en la década de los '70s fueron los primeros en criarse viendo televisión. Sus madres fueron las primeras en recibir leche gratuita en los consultorios -en esos años el 16 por ciento de los menores de 6 años estaban desnutridos- y también fueron las primeras en tener la posibilidad de enviar a sus hijos a jardines infantiles del Estado, lo que permitió que muchas ingresaran al mundo del trabajo y mejoraran su calidad de vida.
La Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji) fue creada en 1970. Para recuperar su historia fue editado el libro "Los niños del 70". La vicepresidenta ejecutiva de la Junji, Desirée López de Maturana, visitó Valdivia para encabezar el lanzamiento del texto en la región de Los Ríos, en una actividad en la que también participó Rosario Ferrer, quien investigó y redactó la publicación, además del poeta y escritor valdiviano Alfonso Freire.
Desirée López de Maturana aseguró que "el objetivo del texto no solo era hablar de la Junji, del decreto de creación o de cuando partió, sino que contar el momento social, político y económico en el que estaba nuestro país que hizo necesaria a esta institución. Hoy, que estamos en un momento de reformas, nos damos cuenta de que la vida es cíclica. Estamos en otro momento y la pobreza que había no es la actual, pero tampoco podemos decir que la de hoy no es pobreza. Hemos transformado ciertas cosas, pero hay patrones que se repiten. Tenemos que creer en una política que pone como prioridad en la agenda a los niños y niñas".
El contexto social
El libro refleja la situación de los niños de esa época. Cuenta que hacia 1970 la proporción de menores de 15 años representaba aproximadamente el 42 por ciento del total de la población latinoamericana y la vida del joven marginal era precaria. Desde fines de los '60 y hasta 1972 aún era posible observar a niños de 13 y 14 años trabajando en pequeñas labores en jornadas de 12 horas, sin tiempo para asistir a la escuela. Trabajaban, por ejemplo, en oficinas salitreras.
También habla de las alegrías, de haber compartido en familia las imágenes de la llegada del hombre a la luna (en 1969) y otros programas como Los Picapiedras o La Familia Teletín, con el que se enviaba a los niños a dormir. Indica que fue con la televisión con que los niños emergieron como público objetivo para la publicidad. Rosario Ferrer conversó con quienes dirigieron Junji desde esos años para relatar la historia de la institución y de la infancia. Durante el lanzamiento dijo que "uno de los aportes de este libro es que se pudo recurrir a las fuentes originaria del inicio de la Junji y podemos emocionarnos con ellos, quienes llegaron recién egresados de la Universidad de Chile -la única institución que impartía educación parvularia- con mucho idealismo".
Y el escritor Alfonso Freire destacó que "este libro es un gran aporte para la historia de la Junji, para entenderla con todas sus aristas y darle a este estamento tan fundamental -también para los niños de 2015- todas las garantías".
El libro fue entregado a funcionarios de la Junji y estará en el SIAC, Sistema Integral de Información y Atención Ciudadana de la institución.