Querido dirigente social contrajo matrimonio a los 77 años de edad
ALEGRÍA. Eduvino Hernández se casó ayer con su gran amor, Orfelina Delgado
En el Registro Civil de Valdivia se efectuó ayer una ceremonia, en la que contrajeron matrimonio ante la Ley, Eduvino Hernández Villarroel y Orfelina Delgado Vera, de 77 y 74 años de edad, respectivamente.
La pareja vivió el momento colmada de amor y felicidad, superando él, una separación de más de 40 años, y posterior nulidad matrimonial ; y ella una viudez de cinco años. Ambos se conocieron hace sólo algunos años y decidieron unir sus vidas, más allá de la convivencia en pareja. Ambos tienen hijos ya adultos, en su mayoría en otras ciudades del país, pero que les aseguraron a la distancia que estarían con ellos en el momento trascendental de sus vidas, en la coincidieron en reafirmar, que pese a su edad, "respaldamos la institución del matrimonio, y no la convivencia" .
Sus testigos ante la oficial civil Mirta Aguilar, fueron los hermanos de él, Juanita y José Hernández , quienes se sumaban a la alegría de los felices novios.
Generaciones
El feliz novio dijo casarse por segunda vez, "muy enamorado y con la responsabilidad de lo que significa un matrimonio, que es lo que me gustaría prevaleciera como lo hicieron las pasadas generaciones".
A sus 77 años, Eduvino, también señaló sentirse "como un lolo de 20", porque más allá de cuidarse, "aunque fumando mis cigarritos y tomando mis copitas, todo prudente y medidamente cuando corresponde, sé que me siento bien, porque nunca he sido un hombre de rencor. No sé odiar a nadie. He tratado de vivir mi vida, buscando siempre el lado bueno y positivo de las cosas", agregó.
Luna de miel
La feliz pareja comparte todo lo anterior y tienen la certeza que "esos valores y lo que pensamos de la vida, nos unió".
Por eso, tras la ceremonia, preparaban sus maletas para viajar hacia Chiloé a pasar su luna de miel, como corresponde a dos enamorados.
RAYUELA Y BOMBEROS
Eduvino Hernández es osornino de nacimiento, pero con profundo arraigo en la zona desde la década de los 60. Es conocido como "El Buen Hombre", encargado de las relaciones públicas de prestigiadas instituciones comunitarias de la ciudad, como el Club de Rayuela y la Segunda Compañía de Bomberos de Las Ánimas.