Informe revela que en 2015 hubo 1,3 alumnos expulsados al día y que un 27% perdió el año escolar
COLEGIOS. El curso más afectado por estas sanciones es 1° Medio, según un informe de la Superintendencia de Educación.
El Primer Informe Nacional sobre Expulsión Escolar de la Superintendencia de Educación arrojó que un 17% de los estudiantes expulsados en 2015 no volvió a matricularse en el mismo año y un 10% lo hizo, pero repitió de curso. Es decir, un 27% perdió el año escolar.
El reporte, presentado en un seminario de la Universidad Católica, analiza lo ocurrido en 2015, un año antes de la entrada en vigencia de la Ley de Inclusión, el 1 de marzo pasado, y se basa en 490 denuncias recibidas por la institución a nivel nacional. Señala que en 2015 hubo 1,3 alumnos expulsados al día, en promedio.
Un desglose de las cifras revela que el 62% de las sanciones aplicadas por los establecimientos obedece a la acumulación de faltas disciplinarias por problemas de adaptación a las normas de la escuela, como hablar por celular, molestar a compañeros o gritar en la sala.
Un 31% se produjo por situaciones relacionadas con violencia y riesgo, entre las que predominan la agresión entre pares y, en menor medida, las de hurto, porte de armas y consumo de marihuana, cigarros y/o fármacos; y un 7% por casos de variado origen, como problemas con apoderados.
De acuerdo con el informe, 1° Medio es el curso más afectado, con un 16,7% de las expulsiones; seguido por 4° Medio (11,6%) y 8° Básico (11,1%). El género más afectado con esta medida es el masculino, con un 76%, tres veces más que en el femenino (24%).
El documento también señala que las sanciones por expulsión se registran incluso en el nivel parvulario, las que en general se deben a conductas de disciplina asociadas a hiperactividad, con casos en pre kínder (2%) y kínder (2,4%).
La Ley de Inclusión impide la cancelación de matrícula por rendimiento. De esta forma, los estudiantes tienen la oportunidad de repetir un curso en la enseñanza básica y otro en la enseñanza media. Además, no se puede expulsar en medio de un año escolar, salvo que se haya cometido alguna falta grave que ponga en riesgo la seguridad de los otros alumnos o de la comunidad.