Cuatro establecimientos de salud de la región de Los Ríos, uno de alta y tres de baja complejidad se encuentran acreditados por la Superintendencia de Salud. Es así como el Hospital Base Valdivia cumple con la acreditación desde el año 2013 como prestador cerrado de alta complejidad; mientras que como prestadores de baja complejidad están acreditados la clínica de la Mutual de Seguridad desde 2013 y desde este año los Cesfam de Angachilla y Las Animas.
En tanto, la Clínica Alemana de Valdivia -que pertenece al grupo de alta complejidad- está en pleno proceso de acreditación, ya que presentaron su solicitud ante la Superintendencia de Salud el 22 de febrero de este año y fueron evaluados en terreno los días 1,2 y 3 de junio por la entidad acreditadora SEA Salud Limitada. Por ello, están a la espera de los resultados de la evaluación.
Al respecto, la agente regional de la Superintendencia de Salud, Pamela Gutiérrez, explicó que la acreditación es un proceso periódico de evaluación, al cual se someten los prestadores institucionales autorizados por la Autoridad Sanitaria (hospitales, clínicas, centros ambulatorios y laboratorios), para verificar el cumplimiento de un conjunto de estándares de calidad fijados y normados por el Ministerio de Salud.
Alta complejidad
En este contexto, desde el 1 de julio de este año todos los establecimientos de alta complejidad, que son los hospitales y clínicas que cuentan con especialidades más UTI y UCI) deben contar con la acreditación para poder otorgar prestaciones GES. A la fecha, a nivel nacional hay 48 establecimientos públicos acreditados de alta complejidad y 12 en tramitación, lo cual significa un cumplimiento del 77, 41% del total y casi un 20% continúa pendiente, de acuerdo a los datos de la superintendencia.
"Esto significa que Fonasa e Isapres pueden comprarle a los prestadores acreditados, las atenciones relativas a las 80 patologías comprendidas en el Auge", recalcó Gutiérrez.
Trabajo
La agente regional Pamela Gutiérrez destacó "el esfuerzo que ha hecho toda la red asistencial del sector público y privado por cumplir con estos estándares.
"Aquí hay un involucramiento de los equipos directivos, funcionarios en todos los niveles, administrativos y personal clínico, que representa un trabajo de muchos años y un compromiso con la calidad y seguridad de las personas. Ahora bien, son los seguros de salud -Fonasa e Isapres-, los que están obligados a cumplir con las garantías explícitas en salud. Y eso implica que si alguno de los prestadores de su red asistencial no logra su acreditación, lo que corresponde es que deriven al paciente a otro que si tenga dicha certificación", agregó.
Agregó que es importante que los establecimientos públicos y privados de todos el país logren la acreditación en calidad definida por el Auge, ya que la región de Los Ríos es demandante de atenciones de salud en otras regiones.
Gutiérrez también informó que en caso de los establecimientos de atención primaria (consultorios o Cesfam), aunque no existe un plazo estipulado para su acreditación, al menos en 2019 deben haber presentado su solicitud, "lo que requiere comenzar a motivar a sus equipos, trabajar las características obligatorias, capacitarse e incluir a la comunidad en este proceso".
Pautas de medición
En el proceso de acreditación, los hospitales y clínicas son evaluados en 106 características, 30 de ellas obligatorias y abarcan temas de seguridad clínica, dignidad del paciente, recursos humanos, seguridad Institucional, manejo de equipos y existencia de áreas de apoyo. La acreditación tiene una duración de tres años, luego de los cuales los establecimientos deben reacreditar, proceso en que deben mantener sus estándares y le serán exigibles más características para cumplir.