Reiteración de incendios
La población debe poner lo mejor de su parte para tratar de prevenir la ocurrencia de hechos lamentables. Es una historia que se repite cada año.
Las causas pueden ser diversas, y van desde la carencia de medidas de precaución ante situaciones previsibles, pasan por los accidentes eléctricos y terminan con la falta de mantención y limpieza de los equipos utilizados. El resultado, lamentablemente, casi siempre es el mismo, el dolor que dejan como secuela los incendios.
Los meses de otoño e invierno en una zona como la Región de Los Ríos terminan generalmente teñidos por estos infaustos sucesos, que en la mayoría de las ocasiones se traducen en daños materiales que de todas maneras resultan considerables, pero también se llega a la mayor de las tragedias, la pérdida de vidas humanas.
Es una historia que se repite cada año, por mucho que sacudan a la comunidad al conocerse los detalles de cada drama, pero que por más que se formulen llamados a multiplicar las medidas de precaución no encuentran una adecuada respuesta entere la población, que es la principal llamada a colaborar con su propia seguridad.
Sin embargo, el mensaje que florece después de cada siniestro que afecta a inmuebles destinados a la habitación al parecer no alcanza a ser comprendido o interpretado en su extensión. Por ello es que resulta aún más lamentable la repetición de los detalles que confluyeron en el inicio de la situación. Por más que se reitere la necesidad de ocupar artefactos en buenas condiciones técnicas, que se evite su uso en lugares donde puedan entrar en contacto con materiales que faciliten la combustión o que no se deje pasar más tiempo del prudente para efectuar la limpieza de los sistemas de calefacción en todas sus partes, siempre va a haber algún hecho lamentable, tal como ha ocurrido en los últimos días, en que ha sido permanente la ocurrencia de incendios que han dejado un elevado costo humano y material a lo largo y ancho del territorio de la región.
Ante esta realidad, no queda otra alternativa que insistir hasta el cansancio en los llamados a nuestra gente a mantener una actitud activa para evitar la reiteración de estas tragedias.