Según cifras de Fonasa, durante el año 2015 se tramitaron 4 millones 744 mil 857 licencias médicas curativas, lo cual, comparado con el año 2014, se traduce en un incremento de un 4% para Fonasa y de 7% para las Isapres. Las dos mayores tasas de licencias médicas, corresponden a trastornos mentales (18%) y patologías osteomusculares (16,7%).
En este contexto, es oportuno recalcar que el ejercicio físico ha demostrado ser una intervención eficaz en la salud, aportando, entre otros, a la disminución de factores de riesgo cardiovascular, disminución del dolor artro-muscular y en la prevención de enfermedades profesionales asociadas a problemas de salud mental.
El rol de los profesionales del ejercicio físico en una empresa se enfoca en el desarrollo de actividades que promuevan la salud física, mental y social de los trabajadores, lo cual impacta positivamente en su productividad, satisfacción laboral y calidad de vida. Para que el ejercicio físico al interior de la empresa sea eficiente y seguro, es importante que sea planificado y controlado por un profesional perfeccionado en el área. La USS, a través del programa de Magíster en Ejercicio Físico y Salud, aborda el rol del ejercicio en contextos laborales. Dentro de la estructura curricular, hay asignaturas orientadas al perfeccionamiento de los profesionales en la promoción de la salud al interior de las empresas. Actualmente, graduados trabajan en empresas regionales, cuya función se ha centrado -principalmente- en levantar información acerca de la calidad de vida de las personas que trabajan y la implementación de programas de ejercicio físico orientados al desarrollo físico, mental y social.
Un ambiente laboral saludable es fundamental para el desarrollo personal, social y económico de las personas y empresas. Para lograr la implementación adecuada de programas de ejercicio físico, es necesario que las empresas valoren los beneficios de estos y creen los espacios para su desarrollo al interior de la empresa. El principal motivo por el cual los adultos manifiestan no participar de programas de ejercicio físico, es la falta de tiempo, por lo cual, el lugar de trabajo, es una excelente instancia para promover la práctica de ejercicio.
Junto con lo anterior, también es necesario que las instituciones de educación superior, entreguen las herramientas necesarias a sus profesionales para que los programas puedan desarrollarse de forma segura, eficiente y didáctica.
Felipe Abab Colil
Docente de Pedagogía en Educación Física USS Valdivia