Paola Rojas
Una obra inédita en el norte del país -relacionada con transmisión eléctrica- lleva a cabo la empresa Saesa en pleno desierto de Atacama. Se trata de un proyecto que proveerá de energía a las instalaciones del actual observatorio astronómico Paranal y al futuro observatorio Armazones.
Las obras demandarán una inversión de 18 millones de dólares y contemplan la construcción de una línea de transmisión para 66 mil voltios, con 50 kilómetros de extensión y dos subestaciones que abastecerán a cada uno de los observatorios, que corresponden al parque astronómico más grande del mundo, con una superficie de 1.270 metros cuadrados.
La firma eléctrica, cuya gerencia general opera en Osorno, decidió extender su cobertura hacia el norte, instalando líneas de transmisión de electricidad para canalizar la energía producida en la zona, que es transmitida hasta el sistema interconectado central para llegar a todo el país.
Experiencia en terreno
Francisco Alliende, gerente general de Saesa, explicó que esta firma fue elegida por el equipo de European Southern Observatory (ESO), organización a la que pertenecen los observatorios, porque sus necesidades requerían de una empresa con experiencia en proyectos de alta complejidad, como lo es atravesar el desierto para poder llegar a los observatorios.
En este caso Saesa ya se encontraba partiendo con otras iniciativas en el norte de Chile, a lo que se sumaba el trabajo realizado en el sur, donde ha debido enfrentar condiciones climáticas extremas.
"Este proyecto en el norte tiene un valor muy especial, y es el poder decir que con nuestra energía vamos a abrir los ojos al mundo con lo que se vaya descubriendo en estos dos grandes observatorios", expresó Alliende.
Este proyecto estará también conectado al sistema interconectado central, que atraviesa todo el país.
Se trata de una línea de transmisión de 66 mil voltios, que son muy parecidas a las existentes en la zona sur, pero que en este caso cruzan el desierto, por lo que el nivel de complejidad en la construcción es muy similar, lo que significó que la empresa se adaptó bien a las garantías exigidas por los europeos como son los tiempos, ya que se terminará de construir un año antes de lo estipulado.
Europeos
Roberto Tamai es el gerente de programación del European Extremely Large Telescope o Telescopio Europeo Extremadamente Grande (E-ELT) y explicó que luego de una larga búsqueda de empresas que pudieran abordar este desafío, Saesa fue la única en aceptarlo.
"Afortunadamente para nosotros Saesa tuvo interés en nuestro proyecto y decidieron traer la línea eléctrica para nuestro observatorio", manifestó Tamai.
La obra comenzó a mediados del 2014 y se espera concluirla en la mitad del próximo.
Proyecto mayor
Alliende explicó que hoy este tipo de empresas deben cumplir con una responsabilidad social y dadas las actuales condiciones del país necesita, además de poder competir con otros.
Para ello en Chile se necesita una red de transmisión de electricidad que sea más robusta que permita aprovechar la energía que se genera de distintas maneras, como por ejemplo la solar que se produce en el norte y que actualmente se pierde por no contar con una red de transmisión.
El gerente general explicó que por ello que surgió la necesidad de reforzar la red de transmisión del norte del país y con ello, aprovechar mejor las distintas fuentes de energía y eso se traduce en una reducción en las tarifas que se les cobra a los usuarios de la energía.
El mayor parque astronómico del mundo
Paranal está situado unos 130 kilómetros al sur de Antofagasta, 12 kilómetros hacia el interior desde la costa del Pacífico, en una de las áreas más secas del mundo. Funciona desde 1999 y han dado como resultado varios programas de investigación altamente exitosos. El próximo paso es la concreción del telescopio Europeo Óptico Infrarrojo Extremadamente Grande, E-ELT, que cuenta con un espejo primario de 39 metros. El E-ELT será el mayor ojo del mundo para observar el cielo.