23 niños fallecidos en Los Ríos
En medio de la investigación sobre el Sename aparecen los casos de menores de la región, ocurridos entre 2005 y 2015. Es de esperar que ahora, con estas cifras a la vista y sin esperar que ellas aumenten, se pueda mantener la atención en las necesidades del Servicio.
Un total de 23 niños y jóvenes que se encontraban en programas relacionados con el Servicio Nacional de Menores, Sename, fallecieron en la región de Los Ríos entre 2005 y 2015, según el informe entregado en el marco de la investigación que lleva adelante en todo el país el fiscal Marcos Emilfork.
La cifra local solo incluye un deceso en el sistema residencial del Servicio, ítem en el cual a nivel nacional se registran 210 casos, de acuerdo a los datos oficiales dados a conocer por la directora Solange Huerta. Los otros hechos regionales se desglosan en ocho niños que asistían a los proyectos ambulatorios de organismos colaboradores (vivían con sus familiares e iban algunos días a terapias o programas de prevención); tres casos relacionados con menores infractores de ley en centros de internación de administración directa del Sename; y otros once murieron en diferentes circunstancias mientras cumplían sanciones bajo la modalidad de medio libre.
Los números no son tan altos como en otras regiones. Sin embargo, no por ello pueden minimizarse, pues se trata de personas y cada uno de los hechos incluidos en este listado, encierra historias de sufrimiento y abandono, que no se deben obviar. Es imposible, entonces, no "detenerse en las cifras", como planteó la directora regional al entregar la información la semana pasada. Más bien al contrario, es preciso ahondar en ellas y preguntarse qué pasó en nuestra zona para llegar a estas situaciones, sin que antes llamaran la atención como hoy lo hacen.
Lamentablemente, no ha sido posible conocer con detalle cada uno de los hechos, pero sí ha habido insistencia en recalcar que la mayoría de los afectados estaba fuera de los recintos del Sename cuando ocurrieron los decesos. También se ha recordado que hay falta de recursos y de personal para atender la gran demanda local, que supera los mil 500 niños y niñas, con derechos vulnerados.
Es de esperar que ahora, con estas cifras a la vista y sin esperar que ellas aumenten, se pueda mantener la atención en las necesidades de la entidad y buscar caminos para atenderlas, tal como han planteado reiteradamente los funcionarios del Servicio.