Juan Vargas Oñate
Familiares y vecinos damnificados por el incendio que se registró el martes en el sector Corvi de Valdivia, aseguraron ayer que habían alertado a la municipalidad sobre el peligro que existía en su barrio, pues uno de los residentes era una persona de 60 años, que vivía solo y tenía serios problemas de salud, que bebía en exceso y fumaba mucho. Sabían -aseguran- que en más de una ocasión se había quedado dormido con el cigarrillo en la mano y recurrieron a las autoridades para que se inspeccionara la casa.
Afirman que nunca recibieron atención a sus miedos y que el incendio que destruyó cinco viviendas y dejó 12 damnificados se originó, precisamente por la causa que preveían: una colilla de cigarro mal apagada en Mackenna 466.
Desde el Departamento Social del municipio, señalaron ayer que no había registro de una denuncia formal de los vecinos por este caso en particular. Sin embargo, indicaron que sí atienden este tipo de inquietudes. "Pero es necesario que los denunciantes puedan proporcionar información de familiares o cercanos a las personas, que supuestamente se encuentran en problemas, para poder establecer vínculos sobre los cuales intervenir y buscar las vías de solución".
Afectados
El lugar del incendio presentaba ayer un panorama complicado. Las familias trataban de salvar algunos enseres entre los restos calcinados de sus casas. Los nietos de Carmela Otárola, de 91 años (quien vivía sola en la casa 458) señalaron que la vivienda quedó inhabitable. Lo mismo pasó con la casa de Graciela del Carmen Baeza, de 69 años, viuda del conocido futbolista valdiviano Armando Oyarzo. Ella pidió ayuda a la municipalidad para demoler el segundo piso de la construcción y sacar los escombros porque afirmó no tener recursos para hacerlo.
Desde la municipalidad se informó que "una vez que los afectados acopien los escombros de las casas, personal de Aseo y Ornato los retirará".